Reflexión: Tenemos que seguir viviendo.

No existe una receta perfecta para la vida. 

Pasamos la mayor parte de nuestra vida intentando buscar una respuesta, pero perdemos de perspectiva que lo más importante es seguir viviendo. 

Mantenernos de pie. Obviamente habrán cosas que tenemos que darle el frente. Sin temor ni ambigüedades. Las cosas que nos afectan, sean frustraciones, errores o fracasos debemos atenderlos sin temor alguno. Sin excusas.

No pretendo proponer un tratado sicológico y mucho menos un sicoanálisis de la conducta humana. Simplemente es una opinión. 

Soy una persona de 58 años que ha vivido ciertas cosas. No tengo una vasta experiencia como dirían algunos. Tampoco tengo pleno dominio de la calle o nuestros rincones pueblerinos.

No soy rico ni vengo de familia acomodada. Soy como cualquier hijo de vecino que trabaja día a día para mantener su hogar.

Es en ese sentido que deseo compartir con ustedes ciertos pensamientos, unas ideas que tal vez puedan serles útiles...

Mantenga su Fe intacta

No importa cuál sea su deidad, la Fe va más allá que cualquier doctrina. La Fe se traduce en la esperanza, el valor espiritual y la noción de que aparte de nuestro sentido corporal hay fuerzas positivas que inciden en cada uno de nuestros pasos.

En mi caso, Yo sí creo y estoy seguro que hay una fuerza divina que está presente, que nos guía y nos alienta. Nos da la fuerza vital que a veces necesitamos para seguir adelante.

Ser agradecido

Primero por estar vivos. Son tantas las bendiciones que tenemos que muchas veces no nos damos cuenta. En ciertos momentos, al mirar hacia cualquier lado, olvidamos lo bendecidos que somos. Por ello es que es tan importante dar gracias por todo lo que nos rodea, nuestro trabajo, nuestros estudios, nuestros alimentos, nuestro deseo de seguir luchando. 

Dar gracias por nuestra familia, nuestras amistades, por aquellos que no nos quieren y también por los que no. Eso es parte de la vida. Como dicen, no somos un billete de mil para caerle bien a todo el mundo.

Ser uno mismo

Mucha gente tiende a fingir. Nos saludan y se sonríen pero sabemos profundamente que ahí no hay nada genuino. Sabemos lo que se esconde y que su saludo, no tiene absolutamente ningún valor.

Ser cortés y amable no implica ser hipócrita. Tampoco tenemos que humillarnos o ser de cierto modo serviles con quiénes nos utilizan. Pero tenemos que ser valientes. Tener el valor de enfrentarlos no significa que seamos irrespetuosos. Significa que distinto a ellos no somos hipócritas, no utilizamos a nadie ni nos escondemos para tapar la verdad.

Ser Positivo

Siempre hay soluciones. Aun en los momentos más críticos, a pesar que pueden llegar a ser trágicos, nos enseñan un camino. Nos ayudan a ser mejores seres humanos. Tratar de ver la claridad y entender que en las peores circunstancias siempre hay una oportunidad. Dentro de lo negativo siempre hay algo positivo. Estar seguros que al final siempre hay algo bueno que nos espera.

Ser constante y tener disciplina

Empezar algo y terminarlo.  Tratemos de no dejar las cosas a medias e inconclusas. Al principio es duro, a veces muy difícil. Ser constantes nos ayuda a abrirnos paso, a entender que no importa lo fuerte, al final encontramos lo que buscamos. Pero para ello debemos ser disciplinados. Llevar a cabo proyectos exige de nosotros el tiempo y el esmero.

Siempre habrán tentaciones y distracciones que nos hacen desviarnos. Pero esa misma disciplina nos ayuda a enfocarnos. A trazar unas metas y eventualmente cumplirlas.

Creer en Ti

Hay gente te dirán que no puedes. Que no tienes el talento. Te impiden la entrada. Con el tiempo he aprendido a confiar en mi criterio propio. A ceder cuando estoy equivocado y luchar por mis ideas cuando sé que es lo correcto.

De eso se trata. Creer en uno es darse el valor. Mantener una auto estima alta no importa las circunstancias. 

No somos perfectos. Somos seres humanos que podemos romper esquemas. Sobre todo teniendo en cuenta la capacidad que nos ayuda a seguir viviendo.

Punto final

Hoy ciertamente nuestra vida ha cambiado. No sabemos y no creo que en este mundo nadie sepa con exactitud el tiempo que coja salir de este nuevo virus.

Este escenario nos obliga a ser responsables. No tan solo con uno mismo sino con los demás. El cierre lamentablemente es necesario pero nos puede ayudar a reflexionar para ser mejores.

Realmente, no hay de otra.

Ante esto que vivimos, los insto a que se cuiden, mantenerse atentos y cuidar a nuestros seres queridos. No tomen riesgos innecesarios. 

Y seguir adelante con la Fe y la esperanza que esto en algún punto va a terminar. Aun en momentos en que naturalmente nos llegue el desespero piensen que la salud es más importante que el dinero. Cuando esta se va, no hay nada que hacer.