Un mundo convulso

Algunos apuntes...

Occupy en Puerto Rico / JoséC. Burgos - Fotoperiodista

Al comenzar estas instancias, lo hago como un escritor aficionado, sin pretender de ningún modo colocarme como un erudito. Tampoco estoy intentando establecer un tratado filosófico sobre eventos que nos han trastocado para un proyecto o tesis universidad. Es mucho más simple que eso. Un mero intento personal de proponer ciertas grietas dentro de un mundo tan complejo y convulso. No deseo además explicar esto en términos personales desde la realidad metafísica o emocional o de otro modo psicológica del ser.

Aun cuando este escrito esté incompleto y por supuesto no constituye la única verdad, siempre y cuando sean positivas; estoy abierto a comentarios y sugerencias, que muy bien pueden ayudarme a mejorar mi análisis.

A continuación deseo presentar varios ejemplos sobre la crueldad por el ordenamiento religioso que infunde y propaga el terror. El asesinato indiscriminado y solitario que deja una marca que no se puede borrar. Y el enriquecimiento ilícito, característico de una filosofía financiera que atenta contra todo lo que se considere como valores humanos.

For Neda Agha-Soltan / Símbolo de lucha en Irán / Foto: AP

1. Neda Agha-Soltan—muerta como consecuencia de un fuego y disparos en una protesta en Tehran contra el régimen iraní en el 2009. El vídeo de su muerte, mientras agonizaba en segundos, convirtió a la mujer de tan solo 26 años, Agha-Soltan en un símbolo de lucha de un movimiento revolucionario para derrocar el régimen del gobierno. Un gobierno asediado por implicaciones de fraude al triunfar sospechosamente Mahmoud Ahmadinejad el 12 de junio de ese mismo año en las votaciones respectivamente.

La muerte de esta joven representa un ejemplo de como el poder y el fanatismo extremo juegan un papel conspirador para perpetuar el poder y los propósitos tenebrosos que en este caso cobró la vida de una joven. De hecho han cobrado la vida de miles... Para el estado de derecho en lugares tan remotos, las consecuencias no importan.

2. Sandy Hook—A principios de diciembre de 2012, un hombre de apenas 20 años, vestido de ropa militar y armado fuertemente, cobró la vida de 26 personas de las cuáles, 20 de ellas eran niños entre las edades entre 5 a 10 años en la Escuela Elemental Sandy Hook en Newton, Conneticut. Entre lágrimas, el presidente Obama se presentó ante los medios y el público (extracto):

"...estoy seguro que no hay un padre en America que sienta el enorme dolor y la angustia que siento Yo. La mayoría de los que murieron hoy fueron niños . Niños pequeños entre las edades de 5 y 10 años. Toda una vida por delante.., cumpleaños, graduaciones, matrimonios, hijos que tendrían. Con ellos se fueron también maestros, hombres y mujeres que dedicaron sus vidas para ayudar a estos niños a alcanzar sus metas. Nuestro corazón está roto..."

La masacre de Sandy Hook es el segundo ejemplo en cómo la maldad nutre la naturaleza humana e incide en una forma trágica, sin medida, sin piedad o misericordia. Argumentos colaterales estarán latentes siempre como el problema mental y psíquico, asunto que tienen que ver con las armas y permisos, etc. Adam Lanza, el perpetrador y asesino, dejó una estela desgarradora que jamás podremos olvidar.

3. "Plutonomy"—como se define, se identifica como el crecimiento económico sobre las actividades de los que poseen la mayoría del caudal que es la minoría.

Según un artículo publicado por el Huffingtonpost por Noam Chomsky, en el año 2005, Citigroup trajo a mesa un opúsculo diseñado para inversionistas denominado "Plutonomy: Buying Luxury, Explaining Global Balances". En él, se le urgía a los inversionistas colocar dinero y apostar a lo que ellos llamaban "Plutonomy Index". Decían ellos en el brochure que el mundo estaba dividido en dos bloques fundamentales: "Plutonomy y el resto". Con esto, se referían a los ricos, a los que poseen el capital para comprar lujos extravagantes y es precisamente a ese grupo que iba dirigido esta metodología. Mediante lo que ellos calculaban como "Plutonomy Index" le presentaban una cartera de productos con un rendimiento fuera de lo normal en el Mercado de Valores.

Para el resto, quedaba lo demás. Su propósito, dejarlos a la deriva. Según este marco económico y filosófico, los índices para el resto están ahí, para darle sustentabilidad al gobierno, a los estados mediante normas o legislación protectora, la cual para este grupo, eventualmente los protegería a ellos también en caso de problemas. Para los efectos, ese núcleo que queda le denominaban la clase precaria; la que vive una existencia precaria y en la periferia social. El problema es que ya no es una periferia. Es una clase sustancial de Estados Unidos y del mundo.

Para el economista Fed Chairman, Alan Greenspan, considerado uno de los economistas de mayor prestigio en el mundo y responsable en gran parte de la caída del mercado en tiempos recientes, al testificar en el Congreso en tiempos de Clinton, explicaba las maravillas de una economía en la que él se fundamentaba; a lo que le llamó: "growing worker insecurity".

La inseguridad del laboral, considerado un asset para este economista, disponía que si el colectivo es parte de dicha inseguridad, se debe suponer entonces que no ocurran protestas, ni reclamos de salario y mucho menos mejorar beneficios. Se pueden despedir cuando se quiera o no se les necesite, y esto se le llamó una economía saludable.

En tiempos recientes, este tipo de pensamiento se utilizó como marco de referencia y financiera para el enriquecimiento injusto y propender deliberadamente  el acoso económico a la población desposeída que es más del 95%. Y ese tipo de enriquecimiento es el que mantiene sustraído todo un ensamblaje injusto que destruye las posibilidades del trabajador promedio, pueda aspirar a una vida plana y de posibilidades. Lo vemos hoy más que nunca, con un presidente norteamericano el cual pertenece a este grupo cuya riqueza tal vez nunca hemos visto.

Esa inequidad es el primer y principal factor de la convulsión global. Tan simple como expresar que unos pocos tienen la mayoría y el resto vive de las migajas. Esa desigualdad, desde tiempos hasta bíblicos es la mecha que ha promovido un desarrollo histórico decadente bajo una sombrilla política cuya retórica muchos la creen como cierta, irónicamente, hoy en día.