Ciertamente nadie puede predecir lo que vemos, pero precisamente estos casos aturden nuestro espíritu y nos confrontan a una miseria humana perdida en la depravación y el abuso que jamás podríamos imaginar.
Que en el sano juicio de nuestra conciencia, como padres, hermanos o tíos, solo lo podíamos intuir en películas cinematográficas de Stephen King.
Pero la casa del terror era real. Existía. En un suburbio de clase media en Perris, California.
Hace escasamente dos días nos levantamos con una noticia que iniciaba una jornada hacia lo peor del ser humano. Una niña de 17 años de edad, escapó de su cautiverio para salvar a sus hermanos quienes vivían encadenados en condiciones infrahumanas dentro de dicha residencia.
Encadenados a sus camas, con libertad para bañarse una vez al año, agredidos y abusados. Así las autoridades del condado encontraron los trece (13) hermanos de esta heroína que logró salir y avisar a las autoridades.
Jóvenes cuyas edades fluctuaban entre 2 hasta 29 años de edad, fueron rescatados en condiciones insalubres y llevados a un cuidado y examen médico cauteloso y complejo. Según fuentes del hospital, el metabolismo por el hambre, el abuso y la falta de cuidado médico incidió en el desarrollo del metabolismo de cada uno de ellos de forma tal que parecían mucho menores a su edad cronológica.
Luego del arresto, el Juez en este caso, Michael Donner le impuso a cada imputado, David Turpin de 57 años y Louise de 49 una fianza de 9 millones de dólares, la que no pudieron prestar, quedando bajo custodia de las autoridades hasta el día de su vista, pautada para el 23 de febrero.
Irónicamente la pareja con indumentaria negra y en aparente calma se declaró no culpable de 12 cargos de tortura, 12 cargos de coartar la libertad, 6 cargos de abuso a menores, 6 cargos de abuso a un adulto dependiente y actos lascivos. De ser hallados culpable, cada acusado enfrenta 94 años de prisión.
El Psicólogo Clínico Forense, John Huber de Astin, Texas expresó que decididamente estas personas son psicópatas. Y que ellos torturaron y dañaron a estos niños de por vida—agregó.
El 19 de abril de 2019 la pareja fue sentenciada a cadena perpetua, luego de los trámites correspondientes en el Departamento de Corrección del Estado, luego ingresarían a prisión para enfrentar cada uno la sentencia dictada en el Tribunal.
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