Si bien es cierto que se le va la vida al movimiento obrero dentro de este marco histórico, también es cierto que los dos movimientos obreros principales representan todo lo que nuestro pueblo rechaza. No podemos olvidar que estos movimientos han estado ocultos mientras se implantaba la Ley 7.
Escondidos dentro de un marco de neutralidad para convocar sus beneficios obrero patronales mientras Fortuño despedía miles de puertorriqueños. Más reciente aun, cuando este gobierno actual le colocó sin un ápice de sensibilidad, trabas a aquellos que se retirarían próximamente, a los que les faltaba poco y tuvieron que adelantar sus planes de retiro, estos dos cuerpos obreros no hicieron absolutamente nada. Ahora estas dos uniones obreras amenazan con Paro General.
Pero si eso es importante, lo meas significativo es lo siguiente: ¿Por qué los trabajadores tienen que pagar con sus beneficios la incompetencia gubernamental?
Desde el fatídico gobierno de Romero y la sombra de Maravilla, el famoso Pabellón de Sevilla, que no sirvió para nada, el atraco sistemático del gobierno de Rosselló, la huída de Sila y los mil millones que de Cantero, el cierre de gobierno de Aníbal y su desgraciado IVU, los cien millonarios más millonarios de Fortuño, que por cierto dejaron en ruinas la economía del País; y ahora pues, el nene bonito nos dice con su boca de comer que ahora le toca pagar a los trabajadores. De mi parte se puede ir pa'l ca…jo!
Y Padilla podrá decir que desconocía la magnitud de la crisis. Es lo mismo que decía Rosselló cuando alegaba que no sabía. Y los dos presidentes de los cuerpos legislativos dirán que están haciendo lo mejor para detener esta crisis. Falso. Llevan años mamando de una teta política con el dinero de todos.
Hace falta un liderato verdadero que comience una verdadera revolución. Que no se venda a los altos intereses y que sea valiente para enfrentar nuestros retos. Hace falta gente de voluntades verdaderas cuyas nociones de vida no se diluyan en la política partidista que tanto daño le ha hecho a nuestro pueblo. Personas que no tienen que ser eruditos ni intelectuales y puedan sacar de este País a todos estos políticos de barrio que se enriquecen en el gobierno, las alcaldías, con los contratos, salarios y viajes sin sentido que pagamos día tras día. Hace falta servidores públicos que comprendan el valor del servicio y se entreguen de verdad sin el amparo de sus uniones o beneficios.
Mientras continuemos este camino otorgándole votos a estos seudo políticos que con sus caras bonitas pretenden hacernos creer todas sus mentiras, seguiremos cada día peor.
