Hoy estuve dese temprano en la tarde con mi cámara Leica, paseando por las calles del Viejo San Juan, celebrando ya el tercer día de las Fiestas de San Sebastián. Y créanme, hace falta ese espacio, caminar, sonreír, escuchar y disfrutar la música y la alegría de la multitud que es contagiosa.
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| La alegría se lleva en el corazón, y las Fiestas siempre han sido testigo de eso Jose Carlo Burgos / Fotoperiodista |
Y por eso celebramos. Muy bien pudimos haber dicho—no tengo el deseo o ¿quién quiere celebrar después de tanta devastación?
Pues les diré... Yo quiero hacerlo. quiero compartir y no permanecer dentro de esa depresión que causan desastres de tanta magnitud. Puerto Rico entero sintió los estragos y muchas cosas se fueron. Pero ni los vientos o la lluvia constante pudo minar el deseo de levantarnos y seguir adelante.
Además tuve la dicha que por primera vez visité el malecón de la Comunidad de La Perla. Y es impresionante ver las olas azotando las rocas que dibujan las estructuras, muchas de ellas sumamente deterioradas.
Pero aun así, la gente que vive en esa Comunidad, que padece mucha pobreza, se levantaron y colocaron los tradicionales puestos de frituras y bebidas que son tan deliciosas. Allí estuve compartiendo y disfrutando con mi pueblo, con la gente humilde que es con quiénes más Yo disfruto.
Uno lo piensa y es muy difícil pensar cómo pudieron pasar allí el Huracán María con esos vientos brutalmente dañinos. De hecho, el efecto de ese ciclón se ve, las huellas de lo que pasó están latentes allí. Y es peor, porque al estar cerca del mar, este se convierte en una pared que se levanta contra la orilla como cuando se precipita una pared de concreto, destruyéndolo todo a su paso.
Ya temprano en la noche regresé, satisfecho del trabajo que había hecho y con las baterías cargadas para seguir adelante.
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