Donal Trump, presidente de Estados Unidos / foto Reuters |
Esta es la persona además que atacó reiteradamente al Congresista John Lewis por no asistir a la inauguración de su presidencia a través de su cuenta de "tweeter".
De modo que es un patrón que se repite, que es parte de su su naturaleza humana. Polarizar, excluir y burlarse de los medios como lo ha hecho reiteradamente desde el momento que inició su campaña.
El pasado jueves, en medio de una reunión en Casa Blanca, con personal directamente relacionado a los asuntos migratorios, el presidente de Estados Unidos cuestionó el hecho de ¿porqué queremos a toda esta gente que provienen de estos países de mierda? ("why do we want all these people from shithole countries?")
Y lo dijo en referencia directa al rechazo por parte de él a la medida de inmigración de seres humanos de San Salvador, Haití y Africa y al acuerdo bipartita que mantiene vivo el programa que atiende esta población: "Deferred Action and Childhood Arrivals" (DACA) por sus siglas en inglés.
Anderson Cooper / Hombre ancla de CNN y corresponsal de CBS 60 Minutes Foto CNN |
"El presidente de Estados Unidos está harto que tantos negros entren a nuestro país. Cansado que se acepten como hasta ahora a inmigrantes de Haití y Africa" basándose el comentarista en un reportaje del Washington Post.
"Cansado que haitianos y africanos penetren nuestro territorio a la vez que le gustaría ver o traer más gente de países nórdicos como por ejemplo Noruega. Noruega.., un lugar cuya población es en su inmensa mayoría blanca. Blanca en otras palabras", agregó Cooper.
Añadía Cooper en su comentario que "James Baldwin dijo una vez que combinar grupos ignorantes con poder es un enemigo casi imposible de vencer. Para el presidente darle curso a estos comentarios y expresar y creer que los haitianos no han contribuido a la sociedad americana es ser ignorante. Para él expresar que los países africanos son "antros de mierda—shitholes—" es lamentable. Pero si así de alarmante son esos sentimientos cuando usted los analiza, no son expresiones nuevas". Refiriéndose Cooper a un reportaje reciente en el New York Times donde se le cita a Trump indicando y acusando a los haitianos de tener SIDA y enfatizando que los inmigrantes nigerianos jamás regresaran a sus refugios una vez pisen suelo americano.
"No nos engañemos, no le demos más vueltas, el sentimiento expresado hoy por el presidente no es racial ni está cargado radicalmente; es RACISTA", decía Cooper en su aparición en televisión.
Sin añadir que esta presidencia tiene en sus manos el futuro de las relaciones exteriores con países como Korea del Norte cuya chispa se enciende y se apaga cada minuto. Con los países aliados cuyas expresiones han sido en extremo preocupantes para Alemania, Francia e Inglaterra respectivamente. Y no hablemos de Rusia y la intervención ilegal en las elecciones pasadas.
Es la persona que junto a una mafia cabildera como Manafort, Roger Stone y Bannon desarrollaron una campaña plagada de irregularidades, con visos de un llamado radical y racista a una población norteamericana herida por el gobierno federal. Es la presidencia que aun cuando domina los dos cuerpos, mantiene una división abismal y filosófica sobre proyectos críticos como "Plan Parenthood, Servicios Médicos y Hospitalarios y por supuesto una respuesta fiscal que no atiende la mayoría de los reclamos sociales y sí de un grupo acaudalado a la cual él pertenece.
Resulta para finalizar extremadamente preocupante que un país compuesto por inmigrantes, que hasta su esposa y sabe Dios quién más de su familia es inmigrante, sus políticas estén estrictamente dirigidas a perjudicar esta población. Sin pensar en los asuntos de Oriente Medio y América Latina en donde la convulsión ideológica ha tenido consecuencias trágicas en suelo norteamericano, continúe estableciendo retóricas que son altamente explosivas como lo de Jerusalén e Israel, lo cual era totalmente innecesario.
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