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10/17/2020

El comentario del presidente



He decidido traer este artículo o entrevista de Times por Olivia B. Waxman a la autora Kathleen Belew, faltando tan poco para las elecciones teniendo en cuenta la pertinencia de los comentarios del presidente y el eco ensordecedor en grupos de extrema derecha, quiénes lo apoyan. Es importante saber los precedentes y tener idea sobre qué hablamos cuando nos referimos a la extrema derecha o grupos de poder blanco que operan abiertamente para destruir y oprimir los derechos fundamentales de otros seres humanos.


Durante el pasado y posiblemente único debate presidencial, cuando el moderador Chris Wallace, le preguntó al presidente de Estados Unidos si “estaría dispuesto hoy en la noche, condenar la supremacía blanca y grupos paramilitares y pedirles que bajen la guardia”, para muchos, el presidente hizo todo lo contrario.


“Proud Boys, stand by”, dijo el presidente.

 

Como ha pasado en numerosas ocasiones en su presidencia, Trump intentó retractarse sobre esas expresiones indicándole a periodistas que “no conocía quiénes eran los “Proud Boys”, “pero quiénes quiera que sean, tienen que retroceder”.

 

Sin embargo, miembros de este grupo, “Proud Boys”, interpretaron las expresiones de manera distinta.

 

Dice la autora en las redes sociales, Kathleen Belew, escritora de varios temas incluyendo “Bring the war at home: White Power Movement and Patamilitary America” y quien es profesora de historia en la Universidad de Chicago, que las expresiones del presidente no la tomaron por sorpresa.

 

Lo que expresó el presidente fue un grito similar a un llamado a las armas, en otras palabras “luz verde lo que en esencia podría ser catastrófico”, terminó indicando la escritora.

 

Time habló con la autora sobre dicho grupo y todo lo que está detrás de esa organización. Indicó además que aunque los llamados “Proud Boys” fue el único grupo que se mencionó en el debate, esto es parte de movimientos que desde hace décadas sino generaciones siguen presentes. 


A continuación la entrevista:


Time: ¿Qué está sucediendo en nuestra historia norteamericana cuando grupos como “Proud Boys” comienzan a manifestarse?

 

BELEW: Justo después de la guerra de Vietnam, comenzó una intensa narrativa, la cual expresaba que el gobierno norteamericano traicionó precisamente a los soldados de Vietnam.

 

La extrema derecha utilizó ese discurso como punta de lanza para atraer a un gran sector de individuos que hasta entonces, jamás habían podido unirse o integrarse en una causa común.

 

Les hablo de “Klansman”, “Neo-Nazis”, Radical Tax Resister”, quienes eran seguidores de un culto religioso blanco denominado “Christian Identity” al cual pertenecían separatistas y supremacistas blancos. Todos ellos se unieron a finales de 1970 en lo que se llamó “White-Power Movement”en otras palabras movimiento de poder blanco.

 

 En 1983, en el “Aryan Nation World Congress”, algunas personas reportaron que hubo reuniones en donde activistas decidieron declararle la guerra al gobierno federal. Hubo cambios reales y tácticos luego de dichas reuniones. Estas personas comenzaron a poner su mira apuntando a las infraestructuras y agentes federales.

 

Para ellos en este punto no habría esperanza alguna dentro de cualquier cambio político. 

 

Los cambios que estos militantes querían eran en extremo a tal grado que pensaban que aun dentro de Reagan o cualquier otro ejecutivo político conservador, les sería imposible conseguir o llegar a sus metas.

 

De 1983 en adelante, hablamos de un movimiento que fundamentalmente se oponía a la democracia y a Estados Unidos como Nación. 

 

Cuando este movimiento hablaba de nacionalismo blanco, la nación sobre la cual se expresaban no era Estados Unidos, era la nación Aria. Algo que es fundamentalmente distinto, más violento y radical que el significado normal que la mayoría de la gente tiene.


Sabíamos que esto era algo mucho más violento y radical que cada cual pudiera interpretar sobre el nacionalismo.

 

Durante el periodo entre 1980 y 1990, estos movimientos comenzaron a tratar de transformar o cambiar la cultura con el propósito de atraer grupos más grandes. Uno de los primeros que se sumó fueron los “skinheads”(cabezas rapadas) a finales de los 80’s. 


Mucho más jóvenes que sus otros miembros, los “skinheads” al contrario de los demás, que en su mayoría venían de áreas rurales, llegaban de la ciudad. 


Lo próximo que sucede es la formación de milicias.

 

Time: ¿Cómo usted define milicia en este contexto?

 

BELEW: Aunque no están organizados por militares, lo que quiero decir es que a los efectos de ser paramilitares están caracterizados por uniformes militares, lenguaje militar, armamento, etc. Ellos tienden a estar bien organizados sobre todo en lo que se refiere a su oposición al gobierno federal y el apoyo visceral de poseer armas de fuego.

 

Además, este tipo de milicia de poder blanco le agregaría un montón de cosas, por ejemplo, el supuesto ataque a la tasa de natalidad blanca y cosas por el estilo.

 

A partir de 1990, las armas, es decir el armamento, sus miembros, la gente, el dinero fluyó de esta versión inicial del poder blanco para transformarse en lo que conocemos como milicias.

 

Lo que nos trae a 1995, con el ataque a ciudad de Oklahoma, el cual ha sido calificado como el acto deliberado con mayor número de muertes en territorio norteamericano entre Pearl Harbor y el 9/11.

 

Todavía hoy, la gente no entiende qué fue lo que ocurrió y cuál fue el significado de este acto de violencia. Ese ataque fue el trabajo en conjunto de un movimiento, no uno, en el que varias personas molestas o desafiladas con el sistema lanzaron este acto.

 

Time: ¿Cuál fue el motivo para tener ese edificio en la mira y qué significó para este movimiento de poder blanco?

 

BELEW: Les daba una ventaja dentro de su estructura. Tenía una fachada de cristal, y un lugar en que podían estacionar un camión. Como también, tenía muchos empleados del gobierno federal lo que implica que fue un ataque al gobierno federal.

 

Poco después de este ataque en la ciudad de Oklahoma, la milicia comenzó  a hacerse notar, mucho de ellos comenzaron a utilizar la Internet. Es importante recordar que estas personas están en línea desde 1983 y 1984.

 

Time: ¿Cómo es posible que estén en la red desde tan temprano?

 

BELEW: Bien temprano. Fueron pioneros.  Fueron de los primeros en utilizar tableros de mensajes computadorizados con palabras claves para acceder y en donde colocaban cosas como su ideología y sus anuncios. Lo que hacían con tanta efectividad era Facebook mucho antes que esa plataforma existiese.

 

Time: ¿Cómo entonces, encajan estos “Proud Boys”  en toda esta historia?

 

BELEW: Desde entonces al presente lo que vemos es un resurgir de algo que ha estado latente todo el tiempo. En ese sentido, los “Proud Boys” se han caracterizado como un grupo que se extiende entre las milicias y los grupos de lucha supremacista blanca.

 

Ellos creen en la superioridad de la cultura occidental en contraposición a otros lugares sobre los cuales piensan que son sucios y degradantes. No apoyan el Islam y tratan muchas veces a las mujeres con menosprecio.

 

Sobre lo que más me concierne es el comentario de Trump, haya sido en serio o como lo haya dicho; estoy segura que activistas de este movimiento de poder blanco lo escucharon y comprendieron que fue un llamado a las armas.

 

Esto se trata de un movimiento paramilitar que interpretan muy bien el significado de estar listo (“stand by”) dentro del contexto en una campaña militar. Él no dijo que se retiraran lo que tiene un sentido contrario. El significado de lo que dijo es que estén preparados. Eso fue como un tiro acertado para estos grupos. 

 

Hemos visto estos grupos incorporando ese mensaje con sus slogan e insignias. Lo retuitean constantemente. Para mí, no es tan solo acerca de los “Proud Boys”; son todos los grupos que pertenecen a esto. 

 

Time: El pasado miércoles, mientras él hablaba con periodistas, ¿no les dijo: quiénes quiera que sean, retírense?


BELEW: Lo importante es cómo se escuchó porque estoy segura que muy bien puede resultar en actos de violencia, y usted no puede contradecirse con una declaración como esa. También y no es por nada, pero un miembro de “Proud Boys” fue el responsable en organizar y unir militantes al rally de la ultra derecha en Charlottesville. Así que en términos de Trump, decir que no sabe, es un fracaso serio en su presidencia.

 

Time: ¿Cómo estos grupos de milicia se han expandido luego del ataque a la ciudad de Oklahoma comparado con la milicia que existía a principios en Estados Unidos?

 

BELEW: Muy buena pregunta. Definitivamente no. Describo la milicia a partir de 1990 en adelante. Lo que hemos visto en épocas pasadas eran las milicias a partir de la Segunda Enmienda a principios de la Nación. Estas no han existido sino luego del Acta Dick en 1903. Esa Acta incorporaba la milicia en la Guardia Nacional. Estaban reguladas. Historiadores expertos de Estados Unidos no reconocen la milicia de estos tiempos como una continuación de aquella tradición.

 

Time: ¿Qué pasa con la violencia racial de los vigilantes o justicieros en la era de Jim Crow? ¿Cómo se relacionan las milicias actuales con esa historia?

 

BELEW: Esto es parte de esa prolongación de la violencia vigilante con seguridad. Y por vigilante, simplemente me refiero a la violencia extralegal que intenta preservar el poder del status quo o el poder sistémico.

 

Con mis estudiantes universitarios, entramos muchas veces en ese debate para definir cuando algo de ser vigilante pasa a ser revolucionario, entendiendo hasta qué punto usted deja de apoyar el sistema de poder presente y comienza atentar contra él.

 

El movimiento de poder blanco en su mayoría es revolucionario. Y lo digo no con la connotación positiva, lo digo en el sentido que su propósito primordial siempre ha sido atacar el gobierno federal mucho antes de apoyarlo. 

 

Por eso creo que uno de los cuestionamientos que la gente debería hacerse es que en efecto estos grupos han salido para apoyar a Trump de algún modo, ¿qué van a hacer después de eso? Puesto que no creo que ninguno de ellos apoye genuinamente a ningún presidente.


Time: ¿Las guerras culturales que se iniciaron a finales de los setenta, ochenta y noventa han jugado un papel en avivar las llamas del movimiento del poder blanco?

 

BELEW: Sí y no. Aquellos que ingresan a este movimiento de poder blanco lo hacen porque entienden que no tienen espacio alguno en la nación. Parte de ello tiene que ver con sentirse sin representación cultural, tiene que ver además con el crecimiento del fundamentalismo, aspectos que decididamente no son la misma cosa. Entonces nos encontramos, por supuesto con la frustración post-Vietnam, frustración económica en general como algunas adicionales fuera del contexto histórico.

 

En la actualidad, una de las cosas de mayor interés que he encontrado en mis investigaciones es que lo que mejor predice el aumento en la actividad del Clan por ejemplo es la secuela de la guerra. Es más consistente que la pobreza, legislación sobre derechos civiles y  los aspectos sobre inmigración. Lo que mejor predice es la secuela de la guerra y no es que se trate de veteranos, todos nosotros somos más violentos luego de los acontecimientos de una guerra. Mis estudiantes no pueden decir o hablar de un momento sobre el cual no hayamos estado en guerra y cómo eso se traduce dentro del contexto histórico futuro es una gran pregunta.

 

Time: ¿Por qué este asunto de la guerra hace sentir a la gente de esa manera? ¿tendrá que ver por el deseo de algunos veteranos de re-ingresar?

 

BELEW: Esa es una pregunta que intento contestar en mi libro. Aparentemente hay muchas personas que nunca han estado ahí, en esas circunstancias, nunca han peleado pero sienten que la guerra es parte de su identidad, por lo que pienso que todo esto es en parte de cómo nuestra sociedad se moviliza alrededor de la guerra. Ser parte o estar en medio de la violencia nos devuelve el golpe a la Nación en formas que jamás podemos anticipar.

 

Time: ¿Ha tenido que luchar para dejar claros los hechos ante los mitos que a menudo encuentra con conceptos erróneos que intentan desacreditar la verdad?

 

BELEW: La gente por ejemplo tiene que comprender y analizar cuando leen sobre lo que llamamos “lobos solitarios”. Hay hechos como actos aislados e individuales de violencia, ataques políticos violentos y masivos. Pero no existen actos violentos del poder blanco definidos como un ataque individual de un lobo solitario porque en esencia no hablamos de un individuo sino de un movimiento.

 

Time: Los motivos de estos grupos de poder blanco ¿han evolucionado a través del tiempo?

 

BLELEW: Sí y no. Se dejan llevar por las frustraciones del momento y siempre están tratando de reclutar.

 

Time: Cuando habla que este movimiento de poder blanco está atento a los acontecimientos noticiosos, ¿habrán ejemplos que sobresalgan y se hagan notar?

 

BELEW: Pienso que la elección de Trump nos trajo Charlottesville, lo cual nos llevará sin duda a un próximo evento y así hasta el siguiente, puesto que nace de su propia naturaleza. Uno de los asuntos que más nos concierne hoy día es que estamos en presencia de un crecimiento sin paralelo de este movimiento en estos momentos. 


Va a seguir así hasta que logremos detenerlo.

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