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1/20/2018

Pena Capital - opinión


¿Cuál debe ser la verdadera proporción de un castigo?

Esto no es un comentario legal ni mucho menos. Más bien es la opinión de este humilde escritor que intenta comprender el porqué de ciertas cosas. Tampoco quiero entrar en definiciones y mucho menos citar fuentes escritas para validar conclusiones. Sin embargo incluyo al final de este escrito, un vínculo de un articulo editorial del periódico El Nuevo Día que me parece excelente.

Lo que hemos visto en las noticias recientemente, los tres puertorriqueños acusados en Florida por conspiración y asesinato, la familia de psicópatas Turpin, el mismo curso demencial de asesinos solitarios como el caso de la escuela elemental Sandy Hook, nos llevan a examinar profundamente todo ese mar de sentimientos que se pelean en nuestra conciencia, puesto que nuestra primera reacción es acabar con estos locos y hacerles exactamente lo que le hicieron a otros.

Lamentablemente no existe una medida proporcional para castigos a seres humanos cuya crueldad excede los límites de la depravación y el asesinato despiadado que en algunas instancias hemos visto o leído en los medios de mayor circulación o las redes sociales.

Cuanto más nos internamos en este asunto, caemos en una red filosófica sobre la cual todo ese peso moral y religioso se acerca y nos disputa cualquier asomo de un castigo justo y proporcional. El problema es que nunca va haber una proporción justa. Aparte que es evidente la cantidad de seres humanos que recientemente han sido liberados mediante el recurso del DNA por crímenes que no han cometido ¿cuántos seres humanos han sido condenados o tendrán que morir siendo inocentes?

Para los familiares, en este caso víctimas, además del proceso jurídico ser un verdadero calvario, jamás habrá una respuesta justa que les devuelva lo que perdieron con tanta crueldad. Lo que sin duda nos deja entre medio de un vacío, un silencio ensordecedor que encarece nuestras vidas al suponer que no importa que le imputen la pena de muerte a un individuo que infligió tantas heridas, el hecho de matarlo ¿qué resuelve?

Marcha por la Paz / Viejo San Juan / Puerto Rico / Jose Carlo Burgos, Fotoperiodista
Recuerdo en el 2012, en el Viejo San Juan, se congregaban cientos de familiares y víctimas en una Marcha por la Paz. Allí, hice mi agosto tomando fotos, pero en mi cuero interno intuía el sufrimiento y la desolación de miles de puertorriqueños. Gente que han padecido el dolor más grande que podemos imaginar. Y dolorosamente siguen caminando y viven, trabajan, estudian aun cuando hechos de carácter criminal cambiaron sus vidas para siempre.

Trágicamente no hay ni existirá nunca una solución justa. Para aquellos que como Yo creemos y tenemos la Fé dentro un marco religioso, pensamos que en algún punto del universo espiritual haya justicia. Pero eso solo Dios lo sabe.

Mientras tanto, no podemos pagar con la misma moneda. No puede ser "ojo por ojo y diente por diente" la filosofía judicial que maneje nuestras normas y valores. Tampoco permitir que poderes extranjeros con implicaciones o prebendas ocultas se entrometan en el ordenamiento judicial de nuestra Isla.

https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/penademuerteyderechosconstitucionales-columna-1870722/




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