La Ignorancia

Parte del problema...

Terminé mi grado de Bachillerato tarde en mi vida. Salía de mi oficina rumbo a la universidad para estar en un salón de clases junto a jóvenes estudiantes a los cuáles les doblaba la edad. La clase de Historia de Puerto Rico, requisito de graduación, exploraba todo ese rumbo demencial de una historia plagada de imprecisión y datos que a mi juicio estaban fuera de los libros de texto.

Pero una de las cosas que me llamó más la atención; y no quisiera llamarle ignorancia, es mucho más; es un grado de enajenación alarmante que aturde a cualquiera. Por ejemplo, en la clase no había un estudiante que supiera ¿quién era Justino Díaz? No sabían si Luis Muñoz Marín fue electo y desconocían el año que asesinaron a John F. Kennedy.

En el área local, nunca sabrían que pasó en el Cerro Maravilla en el '78. Y muchos de ellos no podían nombrar tan siquiera el nombre del Presidente del Senado en esa época. En las artes sabían algo de Picasso y de Leonardo da Vinci pero ni hablar de Van Gogh y mucho menos de Goya. Y esa ignorancia tiene un propósito, tiene un fin político.

El conocimiento es sinónimo de la aspiración a la Libertad. A la autonomía. A elevar la voz cuando haya que hacerlo de una forma inteligente y con medida. Pero también a levantarse con indignación cuando sea necesario. Lo contrario es la ignorancia. Mantener las cosas y expresarse en un tono de redacción para niños de escuela, obviando la lectura inteligente y académica que sobresale en países cuyas nociones intelectuales son muchos más altas.

Y es pretender que nada cambie. Que las cosas se mantengan dentro de esa inercia dañina que coloca las pueblos por debajo de que en realidad son. La Ignorancia además crea falta de aspiraciones reales, se convierte en un ciclo y un círculo vicioso que no prospera y no avanza.

Y allea fuera la cosa no es tan distinta. Para ello y para finalizar, les comparto segmento de un video del Programa de HBO: "Real Time" de Bill Maher: