Sembrando Odio y Dividiendo una Nación

Una nación dividida

Si nos dejamos llevar por el significado del concepto de la negación, el diccionario "online ABC hace referencia  directa al acto explícito de no aceptar o no aprobar dterminadas circunstancias. Y en ese sentido, pienso en mi análisis, sobre lo que encierra esta administración, comenzando por su presidencia. Y al pensarlo, tengo que aceptar que son simple y llanamente racistas.

No pueden tapar el cielo con la mano. Ya no más. Los hechos de todo lo que ha trascendido en las pasadas horas y a pesar que nos deja perplejos, no nos debe sorprender si tomamos en cuenta que desde sus inicios el estilo político de Donald Trump ha sido consecuente con el ataque literal o disfrazado hacia las minorías o segmentos de la sociedad que no pertenecen a su misma clase.

Realmente es hasta inaudito. Jamás en mi sano juicio pensé que esta nación iba a estar dentro de una filosofía tan destructiva. Han dividido la nación. Que estaba quebrada desde mucho antes: Sí. La diferencia es que este hombre, que resulta ser hoy presidente de Estados Unidos, le ha dado vuelo y voz a todo un segmento de la población que hoy se expresa con insultos, palabras soéces hacia todos aquellos que no comulgan con él, en este caso, los estudiantes que valientemente se han puesto de pie en contra de todo un emporio de armas que domina su entorno político.

Tal vez estaba en negación; un estado donde no podía ni imaginar que algo semejante llegara tan lejos. El odio racial, la discriminación rampante y el nivel de penetración que se ha desbordado ante las expresiones desafortunadas de estos grupos de derecha y el propio poder de estado en esa nación, sobre los trágicos acontecimientos de los asesinatos en Florida, son evidencia de ello.

De manera, que debemos desgraciadamente aceptar sin temor a equivocarnos que la misma nación norteamericana que se esconde dentro de una bandera hipócita supuestamente democrática y que incidentalmente valora los derechos ciudadanos de todos los seres humanos; hoy, la dirige un poder ejecutivo que provoca lo peor de las actitudes discriminatorias, el odio racial y una división tan y tan profunda que va tomar décadas en subsanar...

Un presidente que mientras juega Golf y se divierte, se lleva a cabo a unas cuadras de él, el sepelio de los jóvenes asesinados a mansalva en los pasados días. Y mientras juega, todos esos grupos racistas se han manifestado con insultos en las redes, infiriendo que los estudiantes que llevan la voz cantante o son lesbianas, reciben pagos de los medios de noticias, son chivos expíatorios utilizados por los intereses del Partido Demócrata y que al final, según ellos, están cometiendo una gran injusticia sobre los ciudadanos en Ley que portan armas.

Realmente no hay palabras para describir el grado racial de esas expresiones. Ya ni tan siquiera es preocupante como lo he expresado anteriormente. Es trágico.

Estas personas se les olvida que han muerto asesinadas 17 jóvenes y Dios-¿cuántos heridos? O ¿qué pretenden? ¿que todo se quede igual? Mientras ellos mantienen y le dan de comer a todo un emporio de esa derecha fundamentalista que descansa sobre preceptos lamantables y equivocados nutriéndose de entidades cuyos dioses son las armas de fuego y el poder político.

Es alarmante pensar en el futuro. Esta administración en algún momento se va a ir, concluirá su término; o a saber cuándo acusarán al presidente por sus vínculos y fraude electoral; ¿entonces qué? ¿qué va a psar cuando estos grupos se queden huérfanos de una voz oficial de estado para propagar su folosofía racista? ¿qué va a suceder cuando se encuentren solos y ailslados luego de haber tenido tanta preponderenacia en la discusión y difusión pública sobre un modo de nación que la mayoría rechaza?

Hay muchos cuestionamientos todavía sin resolver.

Lo que sí es vital, que nada pueda silenciar la voz de estos jóvenes. Su lucha es hoy más importante que nunca. Aquellos que a través de injurias, insinuaciones y expresiones raciales sin medida y falsas sepan que hay una inmensa mayoría de seres humanos de todas las denominaciones, de todos los rincones dentro y fuera de la nación que rechazan desde los más profundo toda esa retórica desgraciada de grupos, individuos o entidades que intentan imponer una filosofía de vida en la nación salpicada de lo peor que pueda tener un ser humano.