La Pasión de la Música

Como alimento del alma y fuente de inspiración

La Música es Vida / Sanse / Viejo San Juan, Puerto Rico / Leica X1-Foto: José Carlo Burgos

A veces es muy difícil de explicar con palabras la sensación de placer y la pasión que sentimos cuando en la intimidad de una melodía una canción que amamos nos inunda el alma.

Es como explicar un mundo de vibraciones que e apoderan de momento y a veces tienen un efecto de inmenso placer, nostalgia, amor; sobre todo cuando rompe la monotonía del silencio. El sonido perfecto de las notas en las guitarras eléctricas y las voces que retumban y mueven nuestras extremidades sin pensarlo. Y la lírica que describe nuestros impulsos más profundos.

El inicio sencillo y abrumador de uno de los discos más importantes del mundo en su género— "Hendrix and The Band of Gypsys", el sonido pesado y depresivo de Pink Floyd: "The Wall y Dark Side of the Moon", el cual tal vez, en términos políticos es más pertinente hoy que nunca. La melodía perfecta de una voz que en todo caso si uno pudiese imaginar cómo es la voz de un ángel, tendría que ser Karen Carpenter.

La agresividad con un sonido rítmico único y espectacular en un disco que se convirtió en una obra maestra: "Black in Black de ACDC" y las guitarras y la percusión en Thin Lizzy: "Jailbreak" sin dejar de hablar de Led Zeppelin en "The Songs Remains The Same". Y de ahí seguimos con Rush, Boston y Obviamente "The Eagles" con un legado imposible de igualar.

David Bowie, Queen, Marvin Gaye, The Who, Bruce Springsteen, Eric Clapton, Hall & Oates, Fleetwood Mac, Lynyrd Skynyrd, Sinatra, Genesis, The Rolling Stones y por supuesto The Beatles.., y son muchos más que ni puedo acordarme pero que crecieron conmigo, o mejor dicho.., crecí Yo con ellos. Es casi imposible de explicar el mundo de cosas en las cuales su música ha estado presente en mi vida...

Facundo y sus Secretos, Alberto Cortés, Trío Los Panchos con Johnny Albino y por supuesto Felipe Rodríguez y La Última Copa. Toda esa bohemia y nostalgia que nos eleva y traduce el amor, la traición y la pérdida en unas notas iniguálables. Sobre todo en las belloneras de las barras donde el desdén y la penumbra de haber perdido el amor tiene su génesis precisamente en esas guitarras.

El Gran Combo de Puerto Rico, Marvin Santiago, Ismael Rivera, Roberto Rohena y su Apollo Sound,  Ray Barreto, Las Estrellas de Fania, La Sonora Ponceña, Frankie Ruiz sin olvidar a Santana! Trajeron a mi vida ese ingrediente y pique latino que me faltaba. Sobre todo el "soneo" de Marvin en "Nostalgia" cantada en prisión, le vuela el alma a cualquiera.

Y la música clásica con el Brindis de La Traviata de Verdi, Carmina Burana de Carl Orff, Mozart, Tchaicovski sin olvidar a Wagner, todo un repertorio que aprendí gracias a Pablo y Paco en mis años universitarios...

Y sin menospreciar la música de las calles, cuyos interpretes su buscan el sustento y muchos de ellos son virtuosos en lo suyo. A ellos les dedico este artículo, no pierdan la fé y la esperanza. La música es vida, es pasión, en fin es el alimento del alma.