Código Rojo

Heridos de gravedad reportados por tiroteo 

en una escuela en La Florida, Video de CNBC

Vivir al borde de lo inesperado...

Mother Jones es una revista Americana de corte progresivo que atiende noticias, comentarios, reportes investigativos sobre política, el medio ambiente y los derechos humanos. Tiene un fuerte sentido social y sus investigaciones son decisivas dentro del espacio de la investigación seria y el debate actual.

Según el artículo publicado en Mother Jones, en la Guía sobre Masacres en Norteamérica, han habido en los pasados 35 años; 97 masacres de las cuales los asesinos obtuvieron sus armas de fuego legalmente. En su Nota Editorial, dicho escrito explica que como consecuencia de la matanza en el teatro de Aurora en Colorado en el año 2012, este grupo independiente de noticias se dio a la tarea de crear unos datos estadísticos abarcadores sobre los aspectos más sobresalientes de estos ataques tomando en consideración todos los componentes a partir de sus inicios. Aunque la discuto brevemente, esta exposición es extremadamente importante.

Tomando en cuenta el estudio de esta entidad de noticias, desde el año 1982 han habido 97 masacres alrededor de la Nación. De las cuales, 58 ocurrieron desde el 2006. 7  fueron en el año 2012 incluyendo el ataque perpetrado en la Escuela Elemental Sandy Hook. Ante el análisis de estos hechos, investigadores y científicos sociales de la Universidad de Harvard comprobaron la conclusión del FBI, que determinó que estos actos gradualmente van en aumento.

Mother Jones recopiló datos estadístícos basados en 3 décadas incluyendo el perfil de los atacantes, el tipo de armas que utilizaron y el número de víctimas heridas y muertas. Este estudio además comprende casos desde 1982 hasta 2012 respectivamente.

De las 143 armas de fuego en posesión de estos asesinos, más de una tercera parte de ellas fueron adquiridas legalmente. Ese arsenal incluía decenas de armas de asalto, rifles y pistolas semi-automáticas con numerosos compartimientos y cartuchos de proyectiles sumamente potentes.

Si hablamos por ejemplo de uno de los asesinos que atacó a estudiantes en "Red Lake", Minnesota en el año 2015, urtilizó una Glock calibre .40 similar al atacante de Aurora, quien usó además un rifle de asalto AR-15 cuando destruyó la vida de una gran cantidad de seres humanos en aquella sala teatral. En Newtown, Connecticut, por el otro lado, el matador utilizó un rifle semi-automático tipo Bushmaster .223 para masacrar a 20 niños indefensos y 6 adultos.

Más de la mitad de los casos incluyeron escuelas y lugares de trabajo (12 y 20 respectivamente) donde los restantes 30 casos criminales en adición se perpetraron en centros comerciales, restaurantes, iglesias o entidades gubernamentales. 44 de estos asesinos eran varones blancos y una sola mujer apareció en estos datos (California, 2006). Las edades promedio de estos individuos fue de 35 años siendo el menor sorpresivamente, apenas un niño de 11 anos. La mayoría de estos atacantes tenía problemas serios de personalidad e indicios de condiciones mentales severas y trastornos psicológicos que afloraban en su plenitud al momento de estos actos salvajes.

Desde el año 2009, NRA (National Rifle Association) y sus aliados en el Congreso y la Casa Blanca han presionado para implementar 99 leyes que viabilizan y facilitan el uso, posesión y adquisición de armas de fuego en tanto y en cuanto 8 estados  al presente permiten legalmente portar y cargar armas de fuego dentro de bares y sitios nocturnos o de entretenimiento. Como ejemplo de ello en Missouri un ciudadano en Ley puede cargar un arma de fuego aunque este intoxicado y hasta disparar si entiende que es en defensa propia.

Así las cosas los niños y jóvenes que estudian y los ciudadanos que participan libremente del ámbito social están expuestos bajo un ordenamiento en Ley que está diseñado para portar armas. Donde pueden adquirilas con facilidad aunque sean equipos bélicos de alto calibre. Mientras, el estado político se mantiene al margen de la controversia prácticamente sin actuar o realizar una acción decisiva en contra de estas normas que les abre la puerta a individuos cuyo estado mental y psíquico son extremadamente peligrosos y resultan ser una amenaza letal para la sociedad. Ahora, gracias a Dios, los jóvenes que sobrevvieron la masacre de Florida han dado la voz de alerta y se mantienen en pie de lucha y los republicanos saben que en esto se les va la vida.

Finalmente, cuando el entorno social y el aparato de estado tiene que ejercer y crear simulácros para niños, jóvenes y maestros en las escuelas como algo similar al que se realiza cuando hay incendios o terremotos con la distinción que el mismo es para protegerse de asesinos solitarios en escuelas o dependencias públicas del sistema es que algo anda muy mal. Es un síntoma de la decadencia social de una nación que no puede negar la realidad y tiene que actuar con valentía y prontitud.

Código Rojo es un alerta, una secuencia estratégica que se implementa en las escuelas y colegios para establecer tácticas de protección para salvar vidas. Aún así, los asesinos penetran estos planteles, se convierten en los asesinos más despiados y buscan en los rincones menos predecibles para ejecutar sus actos de terror. Es imperativo que las autoridades no dejen pasar como pasó esta vez las voces de alertas de estudiantes que preveen circunstancias de este tipo para luego comparecer ante las cámaras cuando la tragedia ya ocurrió.

Frustrante por demás un presidente cuyas expresiones del aspecto mental que todos sabemos y lo tardío de su comparecencia es inexcusable. Con unos "tweets" no se corrigen las cosas y las palabras se las lleva el viento hasta que alguno de ellos lleve como dicen la acción donde ponen la palabra que en este caso es la imposición de un ordenamiento sobre armas de fuego que protega a las ciudadanos y cuide de sus jóvenes, niños y maestros.