Una luz al final del túnel: Kamala Harris

Senadora por California, Hon. Kamala D. Harris

En medio de las vistas de confirmación del nominado por el Presidente Donald J. Trump para el cargo de Juez Asociado al Tribunal Supremo de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, hubo un interrogatorio de una mujer que no se puede dejar de ver.

El mismo lo llevó a cabo la Senadora por California, Kamala Harris.

Kamala Devi Harris nacida el 20 de octubre de 1964, es una abogada y política del Partido Demócrata y quien fue electa al Senado de Estados Unidos a partir de 2016.

Fue la primera mujer afroamericana de ascendencia India en ocupar el cargo de Fiscal General en 2010 siendo reelecta en 2014.

El 8 de noviembre de 2016, derrotó a la Representante demócrata Loretta Sánchez en las elecciones senatoriales de Estados Unidos en 2016 para reemplazar a la Senadora Barbara Boxer.

Es la segunda mujer negra y primera india-americana en ser electa al Senado estadounidense.

En su turno de preguntas mantuvo al nominado en la cuerda floja ante un cuestionamiento incisivo y audaz. 

La forma en que ella llevaba la ofensiva es al menos en mi caso un fuerte barómetro de una mujer cuyo potencial se ha hecho viral en días recientes.

Su presencia y seguridad, la manera en el manejo de su expresión oral, enfocada y decisiva es ver por fin una luz al final del túnel.

Salta a la vista además su valentía, ya que al confrontar nada más y nada menos a un recurso de la presidencia en momentos donde es crucial amarrar las opiniones y detener cualquier marullo que pueda incidir negativamente a la imagen del presidente, se expone a los ataques sin medida del comandante en jefe a través de las redes sociales.

Es precisamente de lo que se trata el liderato.

Ser valiente y tener temple. Atributos únicos que sobresalen en momentos críticos, en medio de tiburones y pirañas políticas que se mantienen en sus sillas mientras que en cuartos oscuros conspiran para destituir a su Presidente.

Una voz que más allá de la disidencia, tenga eco y haga temblar los cimientos en este caso de una persona bendecida por el Presidente, toda vez que se va a encargar de guardar sus trapos sucios además de protegerlo en el peor momento de su gestión gubernamental.

Ella tomó los topos y cuando los soltó nada más había que ver el lenguaje corporal del nominado. Sin palabras y sin respuestas.

En un momento tan crucial, esos dardos dieron en el blanco y dejaron a ese candidato herido ante la expectación de millones de personas presenciando ya sea por televisión o las redes el tambaleo inseguro de alguien que no puede responder.

Después de todo lo que hemos visto durante esta presidencia, esas voces son imprescindibles. Hablan del auge económico pero es volver a tocar la misma burbuja que propició una desregulación desmedida y que a la larga colapsó la banca hipotecaria.

De lo que no hablan es lo que trasciende cada día en medio de familias separadas, el ataque a los inmigrantes, un discurso basado en el miedo y tal como lo expresó Barack Obama recientemente; se nutren del resentimiento y el odio para mantenerse en el poder.

En todo este escenario, hay esperanza cuando vemos personas como esta Senadora que sin pestañar, agarró el toro por los cuernos y lo paró en seco ante la mirada vacía y escueta de un Partido Republicano que lo que ha hecho es esconderse de las garras de un imitador de un tirano con visos de ineptitud.

De manera que los invito a ver dicho interrogatorio y que puedan llegar a sus propias conclusiones.

No lo dejen pasar por alto. Coméntenlos y compártanlos; eso es importante.

Es imprescindible sobre todo dentro de este marco histórico. Si lo hacen, pienso que podrán concluir que hay seres que tienen una luz propia y que brillan en medio de la maldad.