Foto: Helen Penjam |
Una dinámica en la cual los principales medios de noticias pasaron por alto un voto silente, una mayoría dormida que votaría y reflejaba todo lo contrario a los argumentos que indicaban que la candidata del Partido Demócrata prevalecería.
De los pocos reportajes que mantuvo hasta el final este dato estadístico y que no se veía en las encuestas principales lo fue The Still Report.
A pesar que no soy partidario de ese tipo de propaganda, debo admitir que los informes de este sitio en Internet fueron extremadamente asertivos.
En medio de la carrera a la presidencia, empresas con un alto grado de confiabilidad fracasaron mientras que un individuo caricaturesco, partidario de Trump, con un equipo visual extremadamente rudimentario, había acertado.
Según el sitio de Internet, significados.com una encuesta es una técnica que recoge datos para la investigación social. La palabra proviene del francés enquête que significa investigación.
Para la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde de CUBADEBATE, Contra el Terrorismo Mediático el hecho de saber ¿qué pasó? fue mucho más profundo que una mera encuesta.
Según se destacó en su página en aquel momento histórico, en el pleno de una discusión con la Universidad de Ciencias Informáticas que administran el posicionamiento de Cubadebate y bajo el crédito de root@cd, expresó las siguientes conclusiones:
- En las pasadas elecciones, el líder en las redes sociales fue Donald Trump. El sistema de inteligencia artificial MogIA eligió al presidente republicano frente a Hillary. Este sistema además predijo las pasadas tres elecciones presidenciales
- Toda la campaña negativa en los medios nacionales no le causó daño alguno a Trump. Mientras que la candidata demócrata dominaba ese segmento en proporción 27 a 1, el candidato republicano utilizó las redes para destrozarla.
- La investigadora Elisabeth Noelle-Neuman planteó que el "espiral del silencio" existe y la abstención de una mayoría silente fue determinante, el Partido Demócrata así como los medios nacionales equivocadamente asumieron ese renglón como minoritario y poco popular.
- Hillary no se ganó la confianza de los "milenials" y eso fue determinante ya que la inmensa mayoría de los que siguieron a Sanders, entre las edades de 20 a 35 años terminaron apoyando a Donald J. Trump.
Mientras, la investigación de Robert Muller continúa, sabemos que las elecciones de 2016 siguen estando en entredicho. El daño infligido por la intervención Rusa fue un hecho. Fue un ataque directo al proceso democrático norteamericano y abrió para siempre un surco de informaciones falsas que atraparon a la candidata demócrata y no la dejaron hasta el mismo día de las elecciones.
La emboscada que se le hizo a ella desde casi el inicio de su jornada como candidata con los famosos correos electrónicos y la desgraciada intervención del entonces Secretario de Justicia, James Comey faltando días para la votación, equivalió a un por ciento crucial al momento de elecciones.
La incapacidad para conectarse con sectores amplios y jóvenes y la ineptitud demócrata en el manejo de las acusaciones infrahumanas por los "e mails" por parte del espacio republicano marcaron su presencia y su persona.
Su ausencia por motivos de salud en un momento crítico cuya falta de presencia nunca pudo ser contestada en los medios y las redes dio pie a todo tipo de especulaciones desafortunadas que jamás fueron contestadas por la oficialidad Demócrata.
Como lo ha dicho públicamente, puede atribuirle su derrota a miles de factores, pero aceptar que ella no era la mejor candidata está por verse; jamás lo hará.
Transcurrido prácticamente dos años de esta presidencia, hemos y somos testigos de todo un consorcio de personas que de un modo u otro estuvieron dentro del círculo íntimo del presidente y que hoy son parte de acusaciones, declaraciones de culpabilidad y otros crímenes graves en el marco de una elección.
Hemos estado atentos a todo tipo de insinuaciones y expresiones desafortunadas así como una nota editorial que ejemplifica un motín a bordo dentro de su presidencia.
La nominación reciente a la silla del Tribunal Supremo de Estados Unidos se vislumbra como una guerra pero al final del camino, como sucede desgraciadamente, aquellos que los que ostentan el poder se imponen aunque sean determinaciones trágicas a la larga habrán de incidir en las decisiones judiciales que definen nuestra convivencia.
Las expresiones desafortunadas en contra de una prensa libre para fiscalizar y sujetándola desde la oficialidad inquiriendo que ella es el enemigo de su presidencia. Enemiga de su base norteamericana es realmente una tragedia. De hecho ese es el primer paso para que los dictadores implementen normas y destruyan a la prensa.
Las cadenas de noticias tienen que estar más vigilantes a los detalles, a no dormirse para contestar. No pueden descansar sobre probabilidades obsoletas que combinan métodos de sondeos ineficaces en este tiempo.
Tienen que ver el "scope" completo porque en estos tiempos lo que ocurrió en las pasadas elecciones, puede suceder de nuevo y eso sería devastador.
En el caso de Bill Still tomó en cuenta muchos de estos factores desde el inicio. Y pudo entrelazar un camino y proyectarlo objetivamente. Aunque me cueste aceptarlo, si pretendo ser justo, se acercó lo suficiente para decir que sus predicciones fueron bastantes confiables. Y esto a pesar que no comulgo con sus creencias.
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