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9/16/2018

El Partido Demócrata no puede dormirse sobre sus laureles...

Donald J. Trump / Presidente de Estados Unidos


Hay un sector en la Nación que hablan el mismo idioma pero su lenguaje es distinto. Tienen otra forma de pensar.  Ese sector siempre ha estado latente. 

Ese es el público objetivo del Presidente.

Un público cautivo que lo hizo prevalecer en los Colegios Electorales, no en el voto popular.

Desde que inició su campaña Donald J. Trump, su discurso ha sido hablarle precisamente a esa base.  

Su metodología es sencilla. Utiliza las redes, una plataforma cuyos parámetros y logaritmos le permite exacerbar sentimientos incorrectos que eliminan y cierran permanentemente la posibilidad de otro discurso. 

Mucho menos permitir otro análisis. 

Un Presidente experto en materia mediática, conoce perfectamente las estrategias de comunicación que van a tono con su mensaje. Las manipula mientras va creciendo el tráfico de sus postulados.

Desde el inicio de las primarias republicanas, el acoso verbal de sus expresiones, la mofa a otros candidatos, video y audios sobre insinuaciones de índole sexual no tuvieron impacto alguno en esa misma base.

Su círculo íntimo de trabajo incluyendo uno de sus hijos, han sido señalados, acusados se han declarado culpables y ya tres de ellos han aceptado acuerdos con la Fiscalía Federal. 

Eso tampoco ha tenido consecuencias significativas en las encuestas recientes.

Además, publicaciones y editoriales han expresado a través de testimonios y grabaciones, algunas de ellas públicas que su cuerpo ejecutivo en la Casa Blanca está en su contra. 

A esto debemos añadir la nominación de Brett Kavanaugh para el Tribunal Supremo y que al presente han surgido versiones que muchos expertos han señalado que lo inhabilitan para el cargo.

Estos son los hechos. 

Si el Partido Demócrata no prevalece en noviembre de 2018, hay una enorme probabilidad que Donald J. Trump gane las elecciones en 2020.

Un término que le dará la oportunidad de realizar al menos una nominación más al Tribunal Supremo y habilitar la estructura legal máxima a su conveniencia.

Habilitará el famoso muro si no la comenzado a construir y se acrecentarán leyes y normativas en contra de inmigrantes.

El intercambio de valores, exportación e importación estará sujeto a quién sabe qué regulaciones para otros Países que en un momento eran aliados de la Nación.

La burbuja económica continuará creciendo. Esa va a ser su punta de lanza aunque esté a punto de estallar.

Se incrementará la persecución legal del gobierno en contra de las libertades fundamentales que tienen las mujeres, homosexuales; en fin la diversidad y la libertad de género.

Habrá de continuar el ataque a la prensa y otras áreas civiles que no toleran las discrepancias, la fiscalización y la diferencia.

Establecerá, esta vez sin limitación alguna, vínculos serios con esa parte de la información que distorsiona la realidad e influye como pólvora en áreas de alta incidencia racista e intolerante.

A prácticamente cincuenta y tantos días para las elecciones de mitad de término, el Partido Demócrata debería comprender lo que está en juego.

Tienen que establecer unas bases fuertes de comunicación. No deben olvidar por lo que pasaron en 2016. 

Tienen que entender que ese sector no es una minoría. Sigue siendo una mayoría silente resentida y frustrada sobre su futuro, plan médico, finanzas y oportunidades de trabajo.

No está jugando con principiantes. Está jugando con cabilderos expertos. Gente que maneja la verdad y la mentira torciendo las realidades a su antojo.

Que no les quede duda que van hacer todo lo que esté a su alcance para ganar. Por lo cual noviembre es tan importante. 

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