Caras de la vida, aquí en Puerto Rico...

A veces la fotografía plantea problemas sociales que son evidentes...

Hay personas además de las iglesias que ayudan mucho a las comunidades

Aunque no es un intento premeditado, la búsqueda de las expresiones y las caras en la fotografía tiene una sintonía única con el espíritu humano. En ellas, a través de una mirada se puede prever un estilo, una muestra de vida cuya cultura a pesar que no es del todo agradable contiene un sentido humano que es incansablemente diferente.

El asunto mental y físico, la pobreza que va más allá, la soledad y el abandono nos recalcan que en muchos parajes incluyendo el nuestro, el problema socio político en nuestro entorno se hace cada vez más evidente, en cada esquina, cada acera sobre la cual nos movemos y transitamos.

Muchos años viviendo y pidiendo en el área de Guaynabo

Los vemos en medio de avenidas transitadas por miles de vehículos diarios, al frente de iglesias, gasolineras y estructuras o parques con sábanas corroídas y una pestilencia que le vira el estómago a cualquiera.

Muchos de ellos aunque trabajan se han quedado lejos de una cultura que descansa en la tecnología. En medio de un avance demencial no saben lo que es un correo electrónico ni acceder online a una cuenta bancaria. Obviamente muchos han tenido que ceder a la fuerza ya que poco a poco el Seguro Social se ha modernizado.

A veces se crean intentos de protestar contra el sistema pero la mayoría
de la gente deja de apoyarlos y a la larga mueren y no penetran las estructuras de gobierno

Previo al huracán Irma y María y tomando como cierto el Digital & Mobile Behavioral Study de la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadeo (SME, por sus siglas in inglés) hubo un alza significativa entre la población de 65 años o más en el uso de Internet; de 15.7% se elevó en el 2017 a casi un 30%.

En términos médicos y mucho antes del huracán Irma y María también y según una información ofrecida en un reportaje de la cadena de televisión del Gobierno de Puerto Rico, WIPR, más de 140 mil personas de la tercera edad vivían solos para el año 2015. Además, gran parte de esa población sufre entre seis a 22 enfermedades. Y sobre eso mismo se debe añadir que la tercera parte de los geriatras en Puerto Rico han mudado su práctica fuera de la Isla.

A base de lo que se desprende de una información editorial en Granma; la tasa de pobreza de Puerto Rico se incrementó de un 44.3% a un 52.3% luego del temible paso del huracán María por la Isla.

En Puerto Rico todavía no se ha desarrollado un sistema de trabajo útil a personas mayores

Es decir que al presente, el asunto de la pobreza se ha convertido en uno de los asuntos de vital importancia puesto que un gran número de personas de la tercera edad quedaron prácticamente a merced del estado o la beneficencia ciudadana.

Y en ese sentido, a pesar que no me adentro lo suficiente como para escudriñar datos más profundos, lo cierto es que la fotografía, las caras de los seres humanos aquí, expresan cada día más la humildad del trabajo o la partida social a la cual pertenecen o de la cual siguen siendo víctimas.

Y esto sin entrar todavía a conversar sobre las pensiones en Puerto Rico y su crisis. Cuando finalmente se destape lo que ha sucedido y lo que va realizar el gobierno, indiscutiblemente va a erosionar lo poco que le queda o lo que contaba esa población para poder seguir o vivir más o menos dentro de un lugar que tras el azote inmisericorde de ese evento atmosférico los costos de vida aumentaron insensiblemente.

Ciertamente el artista no puede desvincularse de su tiempo. No puede alejarse o mejor dicho vivir en un proceso de enajenación sistemática como si mirara al otro lado sin advertir la realidad en frente. El artista a veces se coloca como un corresponsal de su tiempo y manifiesta su sentido de ser; en mi caso actual, la fotografía me ha permitido eso. Me ha ayudado a expresarme y exponer las caras que están cerca cuando camino y las veo en su proceso cotidiano.

Y esa es una virtud y un privilegio que lo tomo con humildad pero con el respeto y la dignidad que se merecen los personajes dentro de mi espacio fotográfico.