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Escena dramática en la procesión de la Parroquia San Agustin, Bayamón |
Nuestra devoción es grande
Cuán grande es nuestra devoción. Recuerdo cuando niño las visitas a la iglesias en Viernes Santo. Y ese día en particular, cuando lo pasábamos en casa de mi abuela, Doña Mariana (murió hace muchos años), todo se alteraba en su casa. No se debían escuchar ni los pasos o las pisadas de nosotros. Y la comida se preparaba el día antes. Trabajar ese día era una falta de respeto y un pecado.
Hoy día todo ha cambiado. Parece que es cualquier otros momento en la semana y la televisión ya no guarda ningún tipo de solemnidad. Pero a pesar de ello, seguimos siendo un pueblo creyente. Y ese modo se ve particularmente en la devoción y la práctica de fe en una sociedad puertorriqueña que no ha perdido su esperanza.
Y esa fe es parte de una cultura social que se materializa dentro de una iglesia o cualquier expresión dada o accesorio religioso que intuya esa deidad. A veces esa sintonía se da dentro de un curso político, otras veces dentro de actividades cuya solemnidad se ha expresado a través de décadas y décadas, marcando ya, no tan solo una tradición, sino un modo cristiano de ver la realidad.
Ante ese panorama, me expongo ante ustedes con el único propósito que a través de estas imágenes, aparte de ver un estilo fotográfico puedan ver probablemente el compromiso de una sociedad creyente que descansa sobre su Fe y su devoción religiosa.
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Cementerio de la Capital |
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Capilla Franciscana, Viejo San Juan |
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Franciscano en la Capilla del Viejo San Juan |
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Actores y vecinos se viven los papeles en la procesión |
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Jóvenes siempre han participado de la procesión desde hace más de 50 años |
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La oración siempre es un llamado que nos eleva, Miramar, Puerto Rico |
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