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3/25/2018

Huracán María: mi diario y mi galería...

Avenida Los Filtros, Guaynabo, Puerto Rico
GUAYNABO, Puerto Rico: Despertamos ante una realidad que no quisiera olvidar...

Lunes, 9 de octubre de 2017
A dos semanas del paso del huracán María, no tenemos energía eléctrica. Aproximadamente veintiún (21) días han pasado y todavía permanecemos a oscuras. No hay electricidad. Es difícil precisar cuándo pueda llegar porque el destrozo de este evento sobre la isla ha sido catastrófico. Lo que vivimos durante esta situación, quedará grabada para siempre en nuestras memorias como una interminable pesadilla. 

En ruta a la Avenida Esmeralda, Guaynabo, Puerto Rico
Puerto Rico no estaba listo para algo así. Y pienso además que Yo estaba de cierto modo en negación. El ruido del viento arropó mi urbanización como un estruendo constante que vivraba con furia. Y a pesar que fuimos afortunados, María dejó a la isla borincana devastada. Pueblos totalmente incomunicados. Inundaciones fuera de lo normal como por ejemplo Loiza, Canóvanas, Vega Baja y Toa Alta, que quedaron bajo una lluvia contínua en donde mujeres, niños, ancianos, en fin; familias completas en los techos esperando ser rescatados.

A estas alturas, esos mismos pueblos y muchos otros como Morovis, Barranquitas, Utuado viven hoy una tragedia humana sin precedentes. La escacés de abastecimientos, agua potable y falta de luz acrecentan los problemas diarios. Al menos el combustible ha ido llegando y las filas de cinco y más horas para gasolina van bajando.

Filas para entrar a los supermercados, no hay hielo, góndolas vacías y el gas propano no se ve ni por los centros.

Cerca del Legendario establecimiento La Frontera, cerca de Plaza Guaynabo
Martes, 10 de octubre de 2017
Día veintidos (22) sin electricidad. No se ven brigadas por ninguna parte y el tendido eléctrico en el suelo. Los escombros adornan las calles y las avenidas. Y la lluvia persiste como si fiera un mal augurio. 

En la oficina me despacharon y no fue hasta casi el mediodía que mi esposa pudo recogerme. En el edificio que laboro, funciona todavía con planta y hoy estaba inestable. El aire acondicionado dejó de funcionar y el calor era insoportable. 

Mañana me toca pagar la luz y el agua - "que ironía". Además de otras cuentas que son indispensables. 

Solo en este momento me viene a la mente una frase de una prosa poética de José Ángel Buesa: "...y seguirá murienda la vida igual que un río oscuro que corre hacia el silencio" (Elegía para ti y para mi)

Carr. 177, en dirección a la Avenida Los Filtros, Guaynabo, Puerto Rico
Miércoles, 11 de octubre de 2017
Día veintitres (23) sin electricidad. Poco a poco comienzo a resignarme. La situación en mi trabajo sigue igual; trabajo en un edificio en el octavo piso. No hay aire acondicionado, por lo que el sudor me arropa.., y es que sudo muchísimo. 

No hay mucho que hacer y el tiempo se convierte en una agonía. Salí con cinco almuerzos que me dio mi jefa y busqué hielo por todas partes y no había... Hasta que poco después de las cuatro fuimos al puesto de Crespo y gracias a Dios conseguimos.

En la tarde fuimos todos a la panadería La Esmeralda a comprar quesitos y el muchacho que trabaja ahí que — siempre ha sido muy bueno conmigo — le dije-chico! Este país se ha jodío! Y él me contestó - pues fijate, para mí sigue siendo un paraiso, te digo, vete a Argentina dos semanas y después me dices - nos reímos y me despedí. Tal vez tiene razón. Mucha gente sufre más que nosotros...

Así quedaron los frentes de algunas residencias en el área de la Urbanización Muñoz Rivera, Guaynabo, Puerto Rico
Domingo, 15 de octubre de 2017
Han pasado ya veintiseis (26) días sin servicio eléctrico. Empiezo a comprender que esto va a ser mucho más fuerte de lo que imaginé. Las niñas tratan de tener calma pero ese sentido de frustración y desesperanza se nota poco a poco en sus miradas. Silvia (mi esposa) está a veces resignada y otras "jarta de odio" como decimos algunas veces. Yo trato de mantenerme sereno, al menos hacia afuera aunque dentro esté devastado. 

Ya no hace falta preguntar o buscar en lo poco que queda de las comunicaciones, una respuesta que nos satisfaga. 

Residencia en el área de Parkville, Guaynabo, Puerto Rico
Lunes, 23 de octubre de 2017
Ya son trinta y cinco (35) días sin energía eléctrica. Hoy vino una persona de FEMA a nuestro hogar a impeccionar los daños. Ya sabremos si cualificanos para algo luego de varios días.., ojalá no sean muchos. 

Uno piensa y dice; "pues ya Yo me acostumbré a la falta de luz", mentira... Nunca nos acostumbramos. Al principio la naturaleza hizo lo suyo y así lo pensaba... Pero en un sistema destruido como el de este pueblo, el huracán no solo destruyó la AEE (Autoridad de Energía Eléctrica) sino que la pulverizó, sobre todo fuera del área norte. 

Pero aun así trato de tener esperanza en la oscuridad, llena de mimes y mosquitos que asechan contínuamente. Solo le pido a Dios que nos de la fortaleza y la entereza para sobrevivir esto. Que me ayude a luchar por mi familia, mis hijas, mis hijos y mi esposa. Que el Señor nos de la esperanza de Fe que necesitamos para afrontar este tiempo. 

Solo así, con Él podremos caminar sobre esto para poder contarlo años después...

Área del Parque de escuela Ramón Marín en la Urbanización Muñoz Rivera
Miércoles, 25 de octubre de 2017
Treinta y séis días (36). Miro en la oscuridad cuando el día se apaga y no se ve luz al final del túnel. Hay compañeras y compañeros que les ha llegado pero no es constante. El Colegio de Ingenieros dijo ayer que para prender Palo Seco se necesitarían 21 días. Eso es otro mes de oscuridad para conectar el norte con el sur. Y ¿qué garantías haya que esa conexión nos de electricidad a nosotros?

Cómo un evento cambia la vida de las personas... Las transforma en un abrir y cerrar de ojos donde no hay escapatoria. Las vuelca de momento y uno perdido, no sabe a ciencia cierta cómo regresar al punto de partida.

Carr. 177, Guaynabo, Puerto Rico
Martes, 31 de octubre de 2017
Cuarenta días (40) sin servicio energético. Irónico - ¿verdad? - Un territorio que se ha jactado durante décadas en ser la perla, la estrella, el foco principal de Caribe; se hunde en su propia mentira ante los ojos del mundo. 

No sé qué va a pasar... Poco a poco se va esfumando cualquier asomo de esperanza para que llegue la luz finalmente. Ayer por fin pude ver un vídeo del ojo del huracán pasando por el área de Palmas del Mar en Humacao. Me quedé sin palabras. Uno no puede creer que ese monstruo pasó de esa forma. Por eso es que Puerto Rico está destrozao'.

El nivel de destrucción es impresionante. Y ese mismo alcance de devastación ha colocado al gobierno en un hilo. En un punto donde no hay "turning back". Y tienen que hacer algo. Ya la industria y el comercio no pueden sostenerse más. 

Las farmacéuticas han amenazado con irse dejando en la calle 18 mil seres humanos...

Y ese es tan solo el principio si es que el gobierno no toma el toro por los cuernos y hace lo que hay que hacer para devolverle la energía a este pueblo. 

Cerca de Plaza Guaynabo, Puerto Rico
Sábado, 4 de noviembre de 2017
Cuarenta y cinco días (45) sin luz. Las escusas oficiales de este gobierno ya no me interesan. Pero a pesar de ello, hoy fue un buen día. Salimos en familia. Desayunamos fuera y almorzamos en San Patricio. 

Voy a prender una vela blanca y voy a orar con el Salmo 35. Eso va a cobrar mucha fuerza. Creo firmemente en ese mundo. Es difícil de explicar pero en palabras simples Dios está siempre con nosotros y tiene sus soldados que son nuestra escolta. Ellos, a través de la intuición guían nuestros pensamientos y dirigen innumerables veces nuestros actos. Hay personas con unas facultades que solo Dios las da, y ellos pueden ver y escuchar. Generalmente, su voz es el mensaje de todos ellos. Pero como todo, hay uno que dirige ese escuadrón; ese es nuestro Guía Principal. Es como el sargento. Y su pelotón camina junto a nosotros. Parece una locura pero la Fe no es un sueño y las manifestaciones para muchos de nosotros son evidentes. 

Eso me mantiene en pie. Y estas circunstancias pasarán dejando una huella en cada uno de nosotros que jamás podremos olvidar. 

He decidido no escuchar noticias. No las leo y me mantengo al margen. Si lo que se escucha no es la verdad, entonces-¿para qué oírlo?¿cuál es la realidad? La oposición habla públicamente que nuestro gobierno colapsó. Lo cierto es que el gobierno colapsó décadas y décadas atrás.

Un sistema eléctrico que por años jamás se ha restaurado tomando en cuenta una infraestructura cuasi destruida y obsoleta cuyo manejo administrativo indujo a la primera industria del País a la corrupción, a una contratación excesiva cuya matrícula sindical se nutre de unos beneficios hoy día impagables. Eso no lo destruyó este gobierno. Estaba en ruinas cuando Ricky llegó.

Una Autoridad de Tirras y Vivienda olvidada y dejada a un desperdicio, dejadés y obsolencia tal que es irreparable. Como consecuencia de ello más del 60% de las casas o estructuras de viviendas están construidas en lugares inundables cuyos riesgos ante desastres naturales son enormes. 

Frente a la Avenida Esmeralda, jóvenes tratan de sacar escombros de una residencia
Martes, 7 de noviembre de 2017
Día número cuarenta y ocho (48) sin electricidad. Hoy en la oscuridad pienso en tantas cosas que se me escapa la mente y la memoria por esos mundos profundos del alma, que se esconden o permanecen latentes en la conciencia.

Realmente, uno se encuentra solo. Aislado. Sin palabras muchas veces...

Área de Alto Apollo, Guaynabo, Puerto Rico
Sábado, 18 de noviembre de 2017
Mañana se cumplirán dos meses completos sin electricidad. No hay brigadas. No se ve a nadie como ellos dicen en trabajos "traspatios" que es precisamente nuestro problema. Despidieron al Director Ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica el pasado viernes; a ver si el que viene echa el resto...

Uno trata de recomponerse pero llegar a esta desolación cuyo único sonido ambiental son los generadores eléctricos. Nos han arrebatado de repente algo por lo cual se paga caro y noy esperanzas de que pueda regresar.

A este punto a pesar de este hastío sigo con esperanzas. Deseo pensar que pronto recuperaremos nuestra vida.

Filas interminables en el Centro Comercial Ponce de León, Guaynabo Puerto Rico
Miércoles, 22 de noviembre de 2017
Ya perdí la cuenta. O más bien decidí dejar de contar. Recuerdo una película de Clint Eastwood: Alcatraz, en la que él en algún momento se sienta con el líder de los negros, y le pregunta si hay una forma de escapar. El líder, aunque se sonríe le dice que el asunto se trata de contar. Los presos cuentan las horas y los minutos, los guardias al pasar lista los cuentan a ellos y cuando ninguno de los dos grupos cuenta, el tiempo, al transcurrir va contando los días, las semanas, los meses y los años. Y al pensar en eso, el tiempo se convierte en un ambiente tenebroso que te va desgastando lentamente. 

Por eso hoy sin embargo he decidido orar. Dentro de mi mente pequeña y mi espiritu ataviado y lleno de problemas. Tal vez esta súplica no se quede en el vacío. Así que aquí va...
"Señor tengo tantas ganas de gritar y salir corriendo. Se me agotan las palabras y me siento desolado. Solo y sin esperanza. Me siento que he tocado fondo y no encuentro donde agarrarme. Muchas veces lejos y sin ningún deseo de hablar o decir lo que siento. O es que tal vez no consigo el modo de decir lo que me pasa. A veces sé que estoy hablando solo o metido en medio de trifulcas y guerras. Y no sé cómo actuar. Siento que mi familia sufre y yo sin poder hacer nada... Poco a poco voy perdiendo lo que más quiero. Poco a poco estoy perdiendo la mente, ¿me estaré volviendo loco? Pero sé bien que en algún ricón de mi alma me escuchas y que siempre caminas conmigo. He cometido muchas faltas en mi vida y te suplico que me perdones. Te suplico que nos cuides y nos alejes de todo aquello que destruye nuestro ser. En ti confío y cierro con las palabras de ese soldado: Señor no soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarnos", Amén".
Viernes, 24 de noviembre de 2017
Hace días recibímos un "inverter" de mi hijo Carlos, que está allá fuera con su hermano, José Alberto. Eso es como una planta pequeña que al menos podemos mantener las cosas de uso diario frías. Ya vamos para el tercer mes sin electricidad. Y noy asomo de algo que se esté trabajando cerca de aquí.

Hoy, aunque he perdido en esta jornada muchas cosas, me siento un poquito mejor. Este periodo, como lo califica mi hija, va a pasar. Pero ha dejado una huella en nosotros. Y tal vez esa no sea la palabra correcta. Ha dejado cicatrices profundas que jamás se podrán borrar. Soy una persona distinta. Esto me cambió. Y no es que culpe a Dios o a la naturaleza. No. El ser humano ha cambiado su entorno. 

Somos culpables de que esto haya pasado: 
  1. El combustible fosil y las consecuencias en la capa de ozono
  2. La capa va desintegrándose los rayos calientan mucho más
  3. Ese calentamiento global va destruyendo los glaciales, el clima es mucho más cálido
  4. El nivel del mar aumenta 
  5. Áreas como las Himalayas ya no están del todo cubiertas de nieve
  6. Los acontecimientos como terremotos, huracanes, tifones y sunamis aumentan 
  7. La aguas del océano más calientes, fortalecen las depresiones tropicales, convirtiéndolas en desastres naturales nunca antes vistos. Tres huracanes en menos de un mes es un ejemplo.
  8. La deforestación desmedida y el uso de maquinaria que destruye el habitat natural de las especies que mantienen un ciclo de vida que es vital para la raza humana.
  9. La contaminación del aire, las aguas y los ríos
  10. La política y la negación norteamericana que excluye toda noción racional y que ha unido o la comunidad científica. Para la actual presidencia de EEUU el calentamiento global es una farsa.
  11. Los desastres naturales van a seguir y esto me ha enseñado a prepararme. No es un juego. Es muy serio. Pero mientras la humanidad persista en continuar con todas las cosas que acabo de enumerar cada día estaremos más cerca de cosas que no habíamos visto y que hoy la estamos viviendo. Un huracán que nos partió por el medio, categoría 6. Categoría que no existía hasta que nos pasó.
Sábado, 25 de noviembre de 2017
"Perceive the way of nature and no force of man can harm you. Do not meet a wave head on: avoid it. You do not have to stop force: it is easy to redirect it. Learn more ways to preserve rather than destroy. Avoid rather than check. Check rather than hurt. Hurt rather than maim. Maim rather than kill. For all life is precious nor can any be replaced"  Master Kan
"All creatures, the low and the high, are one with nature. If we have the wisdom to learn, all may teach us their virtues. Between the fragile beauty of the praying mantis and the fire and passion of the winged dragon, there is no discord. Between the simple silence of the snake and the eagle's clows, there is only harmony. As no two elements of nature are in conflict so when we perceive the ways of nature, we remove conflict within ourselves and discover a harmony of body and mind in accord with the flow of the universe" Master Kan
Pensar en esto me llena y me ayuda a reencontrar la paz y la armonía.

Sábado, 2 de diciembre de 2017
He perdido la cuenta; todavía sin electricidad. Seguimos a oscuras. Al menos con el pequeño generador que Javier nos envió hemos podido subsanar algunas cosas. Y ya no estamos contando los días o las horas. Sabemos que en algún punto nos llegará. Pero este proceso nos ha cambiado.

Somos diferentes. Y somos mejores seres humanos. Sandra nos ha ayudado mucho, y las nenas siguen estudiando... A Dios gracias que van bien. Sandra también nos ha dado la mano, muy apreciadas de nuestra parte y Silvia y Yo tratamos de estar tranquilos y poco a poco aceptar lo que no podemos cambiar.

El pasado 12 de diciembre de 2017, finalmente llegó la electricidad. En este periodo hemos estado habilitando y pintando el interor de la residencia. Han habido daños sustanciales pero cuando sumo y resto doy gracias porque pudimos mantenernos firmes y sobrevivímos esta pesadilla. 

Aprendí a estar alerta y no permitir que la negación nuble mi entendimiento. Aprendí a vivir con lo más mínimo, a tener tolerancia y dejar de quejarme por cosas queno valen la pena. Aprendí a valorar las verdaderas amistades, aquellas que por un tiempo me dieron techo y me ayudaron a recomponerme. 

Aprendí además a entender a mi patria, y aceptarla pero a ser una voz de muchas con un sentido crítico y juicioso. Aprendí a darle gracias a Dios por todas sus bendiciones y orar para que nos proteja si otra cosa así volviera a suceder.

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