Foto: Matthew Hurst |
Dice Ernesto Sábato:
“Ciencia y máquina fueron alejándose hacia un olimpo matemático, dejando solo y desamparado al hombre que les había dado vida. Triángulos de acero, logaritmos y electricidad, sinusoides y energía atómica, extrañamente unidos a las formas más misteriosas y demoniacas del dinero, constituyeron finalmente el Gran Engranaje del que los seres humanos acabaron por ser oscuras e impotentes piezas”. Hombres y Engranajes - Ernesto Sábato, 1951
Es aterrador cuando pensamos en el futuro desde el punto de vista del desarrollo
de la Inteligencia Artificial (AI).
En el campo de las Bellas Artes es precisamente eso: aterrador.
Actualmente, en la Galería de Christie’s en Londres se exhibe un
retrato, no de un pintor o un maestro. Cuando usted observa en la parte
inferior derecha, una firma anónima que carece de cualquier característica
humana, identifica el autor de la obra.
Pero no es una firma.
Parece una ecuación matemática profunda.
Una obra de arte que es parte de un colectivo por Obvious quien no es
un artista. Es un algoritmo que forma parte de un sistema de AI que produce
estas obras.
Según Gauthier Vernier, uno de los desarrolladores de Obvious a partir
de 2017, expresó que el propósito de todo este proceso es que los humanos "tengan
un mínimo de participación en la pieza final".
Desde entonces, este grupo de jóvenes se ha dado a la tarea de
enseñarle al sistema AI todo lo relacionado a la historia del arte, movimientos
y otros para que al final pudiera desarrollar su propia pieza; su propia obra
de arte.
Con un estribillo tenebroso: “la creatividad no es tan solo para los
humanos” este grupo de franceses intenta convencer el mundo que pueden hacerlo.
En febrero pasado Obvious vendió su primera pieza por $11,430
dólares. Ya en octubre se estaba
subastando otra de sus obras en Christie’s en Nueva York. La primera vez que
una casa de subastas tan prestigiosa subasta una obra generada por AI, según se
desprende de un artículo en la revista Time por Ciara Nugent: “The Painter Behind These Artworks Is an AI Program.”
Según un artículo de Scientific American escrito por David Pogue, y
basado en un reportaje de CBS Sunday Morning, el autor visitó un Laboratorio de
Arte e Inteligencia Artificial de la Universidad de Rutgers, en donde el equipo
de Ahmed Elgammal’s desarrollaron una aplicación de Inteligencia Artificial que
genera obras de arte.
Decía además el reportaje que este Programa generaba y componía
música. Si usted por ejemplo accede basado en este mismo reportaje a www.ampermusic.com puede especificar el
tipo de música que desea, instrumentación, tiempo y duración.
Eso con el Arte y con la Música.
A la larga salpica para todos lados. Incluso la redacción y la
literatura.
Bien pueden insertarle todos los movimientos históricos desde el punto
de vista literario con todos sus estilos. Un tecleo bastaría para que este
sistema ¿pudiera producir un tratado existencial? ¿Un “remake” de Cien Años de
Soledad?
Recientemente publiqué un artículo sobre este tema: https://burgosjosecarlos.blogspot.com/2018/02/inteligencia-artificial_4.html
Solo la conciencia humana puede entender la profundidad y el peligro
que constituyen sistemas que están diseñados para sustituir nuestro universo.
Hemos tocado solamente el renglón de las Artes y un poco la música,
pero imaginen el ámbito militar. Imaginen los espacios laborales constituidos
en su totalidad por sistemas de este tipo.
El problema, tal y como lo expresé en dicho escrito es que no es algo
que no lo vamos a ver. No. Está presente en la actualidad y se mejora a cada
instante.
¿Qué va a ser lo próximo?
¿Crear la vida sin la presencia humana?
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