De entrada puedo decir que no encajo en las categorías especializadas de fotógrafos profesionales como lo son bodas, quinceañeros o imágenes posadas.
Esa es la verdad, no por haberla tratado sino porque no poseo esa aptitud.
En mi época, bajo el escrutinio gerencial de una agencia de publicidad, supervisé ese tipo de fotografía. Anuncios de autos, enseres, familias en publicidad financiera eran el día a día de la vida cotidiana y publicitaria.
A pesar de ello es una disciplina que respeto profundamente y siento admiración por ella.
Pero a pesar de todo ese respeto y admiración, siempre he sentido la ausencia de un ingrediente que falta.
Uno que me hace retroceder para meditar y hacer una introspección seria sobre ese antídoto que falta.
Tal vez intentaba encontrarme.
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| Alexandra Lúgaro, Candidata independiente a la gobernación en las elecciones de 2016 |
Encontrar el significado verdadero de lo que quería como artista.
En medio de esa disyuntiva, siempre escuché a fotógrafos hablar con orgullo para luego explicarme su estilo y la forma de ver sus cosas.
Pero en todo caso, sus expresiones me han llevado a comprender que no entienden el camino de las calles y sus desafíos.
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| Fiestas de la Calle San Sebastián, 2017 |
Ese sentido de existencia que como artista te proporciona cosas que no están en el libreto. Para ellos es una cuestión inexistente. Carece de sentido.
Te dicen por ejemplo que aquellos que no saben de fotografía, se tiran a las calles a experimentar con una cámara cuando en realidad es un pasatiempo. Que realmente no tiene mucha importancia.
Estas personas definitivamente no conocen sitios y personalidades tan famosas como:
Por mencionar algunos.
Es por eso que no me interesa estar dentro estos círculos profesionales.
Muy distinto a la fotografía urbana que en esencia es la libertad de expresión.
No está atada a un ningún formalismo. Depende de un factor: Tú y tu cámara como artista, la vida misma y lo que te rodea.
Depende además de cada paso tuyo en las calles y cómo otros seres humanos se expresan y se manifiestan.
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| Fiestas de la Calle San Sebastián, 2016 |
La fotografía urbana contiene también un aura que me ata a las circunstancias sociales, a un mundo al cual pertenezco pero que la mayoría no lo quiere ver.
Son retos que surgen a través del lente, de lo que está al frente de ti. Te sitúan dentro de unas circunstancias únicas y expresarlo; créanme ¡vale la pena!
Bajo estos términos, podía estar debatiendo durante horas sobre este tema.
Siempre hay gente que no le dan y jamás le darán valor a mi trabajo. Otros sin embargo sí acogen mi esfuerzo; ellos siempre me dan la oportunidad.
La fotografía urbana significa lo que siento de la vida y cómo me afecta.
Penetrar las expresiones humanas y verlas desde otra perspectiva. Ellas me dan un sentido de dirección claro como artista.
A base de eso reflejo mi mundo, mis alrededores y cómo se componen frente a mí. Es un momento decisivo cuando algo me detiene y me atrae. Cuando lo que está en frente me hace repensar y buscar repuestas.
Bajo esos preceptos sigo con mi vida.
Buscando un espacio en mi mundo.
Aprender a comprender las expresiones de otros seres humanos en medio de su tragedia, locura y profundidad; buena o mala.
Intuir que hay algo que me une a todos ellos dentro de una jornada que
lleva ya varios años.
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