¿Hacia dónde vamos como pueblo?

¿Cuál debe ser el camino?

Recientemente leía varios artículos y editoriales en la prensa local sobre este asunto entre la JSF (Junta de Supervisión Fiscal) y el gobierno de Puerto Rico.

En ellos no hay específicamente un camino y mucho menos soluciones o respuestas.

Palabras carentes de profundidad o el intento de quiénes se han apoderado de los medios como supuestos analistas pueblerinos o críticos del futuro puertorriqueño en sus editoriales.

Si pensamos en que no hay opciones bajo la ley Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés), como he leído que se expresa en ciertos artículos, entonces no tendríamos que decir absolutamente nada más; bajar cabeza y seguir andando como decía un buen amigo del caserío.

Tendríamos que aceptar todo ese conglomerado de medidas impuestas que ha propuesto la JSF para evitar el embargo por demandas dentro de la quiebra nacional.

Junta de Supervisión Fiscal

Mirándolo de cierto modo, la ley PROMESA es el cadalso y el grupo de síndicos nombrados por el Congreso y presididos por José Carrión III son los verdugos que vienen a mediar el pago a los acreedores o a los inversionistas que mantienen el gobierno—por así decirlo—.

Inversionistas que muchos de ellos llegaron a Puerto Rico como buitres a sabiendas del retroceso económico local, apoderándose de esos bonos perdidosos como parte de un empuje estratégico para finalmente quedarse con el País.

Bajar cabeza, aceptar y vivir en la miseria. Sin protestar. Con aceptar como cierto todo lo que ha expresado una persona que preside ese grupo de inquisidores y que no representa al pueblo, a la gente que vive aquí, a la humildad de nuestra gente y el sufrimiento de pasar hambre y no tener para medicinas o comida.

Tiene que haber una verdadera oposición

Como siempre se dice o nos dicen que no existen medidas que no sean dolorosas. El problema es que son dolorosas para los que no poseen casi nada, los que viven al día y aquellos que han trabajado toda su vida ¿y luego qué?

Y vamos a estar leyendo comentarios y críticas y de otro modo análisis de economistas dentro y fuera de Puerto Rico donde muchos de ellos consideran que los recortes no son insuficientes para la deuda pública, esencialmente, el pago a los bonistas.

Hace poco en el programa de Univisión, Jugando Pelota Dura, Ferdinand Pérez en uno de sus primeros cuestionamientos a su invitado, en este caso José Carrión III, Ferdinand le preguntaba lo siguiente: (Nota: Pregunta Ferdinand Pérez: P-FP y Respuesta Carrión: RC)

P-FP: "...pero Carrión, ¿ustedes en este análisis que hacen de economistas profesionales, personas conocedoras del tema, tienen la sensibilidad necesaria para saber que ustedes le están quitando dinero a gente que a veces no puede pagar medicinas hoy?¿están conscientes de eso Carrión?"

RC: "Extensamente" 

P-FP: "¿Cómo pueden llegar a conclusiones de impactar esa pensión, que saben que mucha gente que no va a poder vivir...?"

RC: "Y el planteamiento de impactar a los bonistas un 80 y 90 por ciento?" Osea no podemos pretender estructurar la deuda..."

Interrumpe Ferdinand Pérez: "¿osea el bonista está al mismo nivel que el pensionado?"

RC: "No, todo lo contrario. Estructurar la deuda de Puerto Rico a los niveles que la vas a tener que reestructurar; son personas, incluyendo 60 mil puertorriqueños que van a perder desafortunadamente muchísimo dinero; ¿o no?, pues entonces, osea, nosotros tenemos que montar un plan equilibrado: ¡ok!, Aquí decirles que desafortunadamente hay dolor compartido y en esencia lo que están haciendo es tocar a los pensionados lo menos posible"

Con una tranquilidad pasmosa y un juego de palabras, el Presidente de la Junta de Supervisión Fiscal despachó al moderador y a su panel, cuyas preguntas a fin de cuentas son el eco que se verbaliza públicamente en un país abrumado.

Un país que está sumido en su peor crisis y contenido por las deudas y los manejos de pasadas administraciones que se agenciaron el valor neto de nuestra ganancia y nuestra calidad de vida.

Ante las cámaras de televisión este presidente habla de dolor compartido y que es desafortunado. Esa es la conclusión. Nadie habla del efecto. Consideraciones o algún tipo de sensibilidad es totalmente secundario.

Mientras todo esto sucede, veremos a ver como resulta este desenlace, si en efecto el gobierno tiene lo que se requiere para aguantar el empuje o si por el contrario todo esto es un teatro para mantener un sentido ideológico congruente con la JSF en el poder mientras esperamos un sentido de oposición que se hunde en el vacío.

Como decía Luis Palés Matos en su prosa poética:

"Algún ladrón que asalte ese banco en la noche,

algún Don Juan que viole esa doncella casta,

algún tahúr de oficio que se meta en el pueblo 

y revuelva estas gentes honorables y mansas."

Les invito a leer mi artículo: Nuestra Junta Fiscal de Cada Día