Casi 70 personas asesinadas en tiroteos masivos de lo que va de año.
Seres humanos que murieron y resultaron heridos a manos de pistoleros salvajes cuyo perfil racista ha sido evidenciado dado su trasfondo y manifiestos radicales poco antes de ejecutar los actos.
El equilibrio nacional se tambalea. Una libertad abatida por sectores que inciden en actos de lesa humanidad como por ejemplo 31 muertos en menos de 24 horas.
Para la revista Time, asesinatos en masa es una terminología contundentemente tenebrosa y se define como un tiroteo en un lugar público en donde al menos tres personas inocentes pierden su vida.
Las 22 personas asesinadas a principios del mes de agosto en Walmart de El Paso, Texas, junto a otras nueve en menos de un día en Dayton, Ohio deberían darnos una idea de las consecuencias de un discurso de gobierno que se propaga como pólvora e incide en incidentes dramáticamente trágicos.
Desde principios de año la tendencia de estos tiroteos masivos se ha mantenido como un patrón en la nación norteamericana.
De hecho, en los pasados meses eventos similares como si fuesen algún tipo de patrón han sacudido el suelo estadounidense—desde Sebring, Florida hasta Gilroy, California.
Para que tengan una idea, casi 70 personas han siso asesinadas en tiroteos masivos desde principios de año.
A pesar que estas cifras no reflejan la totalidad de tiroteos de alto perfil, lo cierto es que desde mediados de julio dos personas resultaron muertas a manos de pistoleros armados incluyendo el asesinato en Ponway, California en donde Lori Kaye de 60 años de edad resultó muerta junto a otras tres personas heridas.
En efecto, la totalidad de estas muertes asociadas a tiroteos de esta índole tampoco reflejan asesinatos fuera del territorio norteamericano como los eventos en dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda en marzo pasado donde 51 personas murieron asesinadas a mansalva y sin piedad.
Hasta el presente, lo que aconteció en El Paso, Texas, ha sido el incidente más mortífero desde 2017.
Fue más trágico que los asesinatos perpetrados en el Escuela Superior Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida en febrero de 2018, el cual dejó a 17 estudiantes muertos y uno de los miembros del Staff asesinado.
Al día de hoy, el tiroteo de Las Vegas ha sido el más cruento en la historia de Estados Unidos con 58 personas asesinadas.
En el artículo se destaca un recuento que resumo a continuación:
Todos en 2019. Ciertamente las palabras del presidente norteamericano tienen eco y un matiz evidentemente macabro cuando surgen nada más y nada menos de quién dirige la Nación.
Siguen cobrando vidas al llevar a personas cuyas motivaciones se definen dentro de ese mismo discurso a cometer actos escalofriantes y trágicos contra inocentes.
Cuando en lugares en el mundo como Nueva Zelanda, su Primer Ministro, Jacinda Arden tomó las decisiones concretas de atajar las armas y municiones de alto calibre, la “National Riffle Association (NRA por sus siglas en inglés) continúa socavando los pasillos en la Casa Blanca con su entrañable cabildeo a favor de un equipo bélico paramilitar que está peligrosamente en manos de pistoleros enfermos y radicalmente intolerantes a las diferencias, la raza y la nacionalidad.
Eso no deja de ser un tenebroso legado sino que es criminal alertar e incitar con previo disimulo político las ansias de sectores cuyo odio no permite el desenvolvimiento normal y ciudadano de una república que hipócritamente habla de democracia y paz en el mundo.
NOTA: Opinión basada en el artículo de la edición digital de la revista Time, escrito por: Alejandro de la Garza, 5 de agosto de 2019
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