A solo horas de que la tormenta Dorian atraviese nuestra zona, comerciantes en Plaza Guaynabo, sellan los cristales de sus establecimientos. |
Estamos a solo horas de que la tormenta Dorian, que potencialmente podría convertirse en huracán, cruce a Puerto Rico por el área este y norte de la Isla.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés), la tormenta tropical Dorian con vientos sostenidos de 60 millas por hora (mph), continúa su movimiento hacia al norte a pocas horas de atravesar nuestra región.
De lo que se desprende del boletín de las 8:00 a.m., el centro de este disturbio atmosférico se encontraba en la latitud 17.1 norte, longitud 64.0 oeste, moviéndose al noroeste a razón de 13 millas por hora (mph).
Luego de haber vivido el embate de María por nuestra zona, el solo hecho de mencionar la palabra tormenta o huracán crea en nuestro pueblo una histeria y pánico colectivo que se va a acrecentando en los negocios, gasolineras o establecimientos comerciales.
A eso de las 6:00 a.m. ya en la mayoría de los establecimientos de venta no había agua embotellada y escaseaban las baterías o artículos relacionados.
Además visité varias gasolineras y en efecto no había gasolina premium y mucho menos regular.
De modo que desde que se iniciaron los primeros informes de prensa sobre la amenaza de este sistema que hoy toca nuestras puertas, el pueblo ha abarrotado los comercios, dejando anaqueles completos ausentes de productos no precederos o de primera necesidad.
Dentro de todo este panorama se le suma el hecho del componente presidencial en Estados Unidos quien luego de emitir la orden de emergencia para Puerto Rico le habló al mundo de un estilo puertorriqueño mal agradecido y una alcaldesa de la ciudad capital inepta entre otros epítetos.
Dicho eso, en mi pueblo ya empleados de distintos comercios desde tempranas horas de la mañana cerraban sus cristales y limpiaban los alrededores dentro de una leve incertidumbre que es natural bajo estas circunstancias.
Para finalizar, dentro de todo este escenario el componente gubernamental desde la salida de Ricardo Rosselló como gobernador, la ex Secretaria de Justicia Wanda Vázquez, quien asumió el cargo de facto, le ha dado el frente a esta situación sin bombos y platillos, con mesura y un grado de sensatez que no habíamos visto en mucho tiempo.
En ese sentido, a pesar de que nuestro pueblo, en muchas localidades rurales no se ha recuperado, la Gobernadora actual a ejercido un alto grado sensatez y le ha dado una cara que ha todas luces, hasta el momento nos ha llenado de calma y credibilidad.
Le pedimos a Dios por aquellas familias que viven bajo los toldos como techo y que sus propiedades no se han reparado, aquellos que viven en áreas que se inundan y otros que han tenido que acudir a refugios, tengan el amparo y puedan preservar sus vidas y las de sus seres queridos que en esencia es lo más importante.
Con ese ruego finalizo este escrito, toda vez que no sabemos cuánto habrá de aguantar un sistema eléctrico que quedó devastado con la fuerza de un huracán categoría 5 que destruyó las líneas de comunicación y nos mantuvo inoperantes por meses sin energía eléctrica.
Apenas ayer se dio a conocer que de los helicópteros disponibles que tiene esta autoridad de energía no hay ni tan siquiera tres funcionando adecuadamente.
De modo que muy probablemente me quede incomunicado por un tiempo lo que no quita mi deseo de mantenerles al tanto siempre y cuando las circunstancias me lo permitan.
Sé que habremos de ponernos de pie nuevamente porque somos un pueblo luchador y que además nos hemos fortalecido con estas experiencias impredecibles que nos sobrevienen de momento.
Ante esto reciban un saludo cordial de quién les escribe y les tiene afecto, un saludo especial a mis seguidores y mi eterno agradecimiento.
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