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9/25/2019

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Ayer, 24 de septiembre de 2019, Nancy Pelosi anunció públicamente el comienzo de un juicio político para destituir al presidente norteamericano Donald Trump.

Ante el mundo, como puertorriqueños, hispanos y latinoamericanos podemos sentir que después de tanto tiempo se abre una ruta de justicia ante un individuo que jamás debió haberse convertido en Presidente.

Con una administración cómplice y cobarde en el Senado al no enfrentar con valentía las políticas de su Jefe de Estado que con su habitual mensaje racial y discriminatorio ha dividido y ocasionado tantos estragos en la sana convivencia estadounidense.

Bajo señalamientos extremadamente serios, este presidente ha intentado utilizar información suscrita por una nación extranjera (no amiga de Estados Unidos) para destruir a un candidato opositor. Por lo cual, en esta ocasión la principal portavoz demócrata, Nancy Pelosi dejó saber claramente que este tipo de llamado es ilegal e inconstitucional.

Según el Washington Post, en el artículo de Rachael Bade, Mike Debonis y Karoun Demirjian, la presidenta de la Cámara de Representantes indicó que "cuando Trump intenta aliarse o buscar ayuda con un ente o País extranjero, esto de por sí constituye una traición a la seguridad nacional".

Recientemente Trump reconoció que instó al presidente de Ucrania a investigar al expresidente Joe Biden, quien tiene hasta el momento una amplia ventaja en las encuestas para las próximas elecciones.

Por otro lado, si pensamos en una posible destitución, tampoco debemos dejar de pasar por alto los vínculos escandalosos con Rusia y en su intromisión en la contienda electoral de 2016.

Sin olvidar que desde que Trump asumió el poder en la Casa Blanca, Sean Wilentz del New York Daily News, expresó que el presidente norteamericano ha cometido violaciones graves que no han tenido precedente alguno sobre todo en honrar el juramento que le obliga preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos de América.

Bajo esos preceptos debemos comprender que el solo intento de contactar un País extranjero violenta los valores que se supone tiene el Comandante en Jefe en el cumplimiento de su deber para proteger y defender la Constitución. Por el contrario, ha fracasado en dar una respuesta proporcional que justifique el significado de dichos actos. 

Todo su esfuerzo y sus energías han estado enfocadas en destruir reputaciones de aquellos que no le temen y le hacen frente, aunque ellos mismos representen para él una amenaza real a su presidencia.

Sus expresiones han aplaudido una política pública racista, afirmando y desafiando áreas que jamás debieron haber sido tocadas como los "Dreamersjunto al ingrediente de sus controvertibles tuits aludiendo que no habría trato alguno con DACA como consecuencia de los asuntos relacionados al famoso muro y la frontera entre Méjico y Estados Unidos.

Con la tenebrosa consecuencia de encarcelar miles de familias inmigrantes junto a niños y jóvenes en jaulas sin los estándares más básicos de salubridad.

Sin dejar atrás que bajo el escrutinio de una investigación con un Fiscal Especial Independiente sus principales asesores de campaña se declararon culpables y hoy están encarcelados o a punto de enfrentar cargos federales que no se pueden esconder. 

Para el presidente de Estados Unidos todo se circunscribe a un acoso mediático cuya definición constante ha sido declarar que la prensa es su principal enemigo para enarbolar su imagen y mantener a sus seguidores en pie de lucha. 

A todo esto debemos añadir su actitud como Jefe de Estado ante lo ocurrido en Parkland y su defensa a la "National Rifle Association". 

Con la derrota trágica de Hillary Clinton este presidente se aprovechó de la ausencia y falta de cohesión de la oposición demócrata en las pasadas elecciones cuyas respuestas de Partido se quedaron en el vacío y no lograron quebrar al presidente. 

Esto a pesar que gran parte del pueblo norteamericano que ha sido objeto de las peores agendas políticas se ha manifestado consecuentemente en las calles haciendo valer su voz sin importar las consecuencias.

Como Greta, aun cuando en un tuit del Presidente, la joven haya sido objeto de burla, su voz y sus respuestas se mantienen firmes ante un líder en la presidencia norteamericana que a todas luces le importa un carajo el cambio climático.

Estados Unidos necesita regresar a la paz ciudadana, A sus valores. A modificar preceptos violentos que alimentan sucesos que han ocasionado tantas tragedias familiares. 

Debe regresar a los fundamentos con un equipo de trabajo digno sin visos de racismo o distinción sexual de ninguna índole.

Es la única manera que esta nación va poder hacerle frente a circunstancias tan críticas como el cambio climático, oriente medio, el terror como una amenaza latente y el regreso a una presidencia que no descanse en la deslealtad, la compra de influencias y el acoso como modos normales de ejecución que en esencia atentan contra los valores esenciales de la vida en común.
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