En un tiempo donde todas las herramientas de diseño están disponibles sea en la nube, tableta, celular o aplicaciones digitales, el hecho de sentarse a examinar aquello que te identifica parece ser algo del pasado.
De cierto modo pasar por el proceso creativo para crear un logo no existe. No hay tiempo y si los elementos están hechos y disponibles en la red; ¿para qué pasar trabajo?
En mi caso muchas veces resulta traumático navegar por las redes y encontrar sitios en Internet cuyos logos son abismalmente incongruentes, carentes de armonía o sentido creativo.
Colores que no tiene relaciones y mucho menos se complementan entre sí, una tipografía que no va acorde con el nombre y la complejidad de todo un sin número de cosas y elementos ridículos que nos alejan y nos apartan de su esencia verdadera.
Por lo que te invito a que hagas un alto. Examines tu logo. Analices profundamente lo que te representa visualmente.
Quiero que pienses que el logo no es una insignia, un ícono o una bandera. No es un emblema o un diseño para una camiseta. No.
En principio, el logo es el nacimiento vivo de un concepto. Una idea que se materializa y adquiere personalidad y carácter propio. Con el tiempo se desarrolla y adquiere madurez, su nombre cala dentro de los parámetros de mercado con plena sencillez.
Sea tu nombre, una marca, el desarrollo de un producto o mayor aun, el título de una empresa o corporación, el logo establece la identidad. Se convierte en un instrumento de proyección y filosofía ante el mundo. Toda vez que cada cosa que colocamos en las redes penetra un universo visual visto por una inmensidad de seres humanos.
Por so es tan importante.
No debe ser algo pasajero.
Si estás en el proceso de desarrollar un concepto para tu logo, quiero que pienses profundamente en aquello que define tu personalidad. Tu filosofía, a dónde quieres llegar.
Busca una página, establece el nombre, sea el tuyo o el que creas, pero que sea en definición lo que desees expresar.
Consulta, pregunta, busca opiniones, eso te va ayudar a tener un perfil claro de cómo se visualiza tu concepto.
Analiza el color, tonalidades, degradaciones o colores sólidos. Establecer un color que define tu idea es imperativo pero que esa tonalidad esté ligada a tu personalidad.
Eso es esencial al momento que puedes describir el por qué de tu idea y al final, cuando la lleves finalmente a los espacios que definen tu página o tu producto se vea perfectamente.
No lo hagas porque el color se ve bonito. Hazlo porque ese color tiene sentido y u inserción en tu diseño tienen un significado.
El logo además te va a dar un sentido de uniformidad. Dentro del mundo interactivo, tu logo va sentarse con sus propia personalidad en los espacios definidos para colocarlo.
Pero debes tener presente siempre las características técnicas de tamaños, que esté bien definido en cada ámbito en las redes para que no exista de ninguna manera confusión alguna de quién eres o aquello que te representa.
En otras palabras, el mismo logo en todo. Antes, cuando diseñábamos un logo, aparte del arte, se diseñaba para tarjetas de presentación, sobres, papel carta, facturas o publicaciones impresas o etiquetas comerciales.
Hoy, cuando se diseña un logo, se hace especialmente para las redes sociales, la página o sitio de Internet y otros que están íntimamente relacionados como la firma electrónica en los correos, etc.
Por último, busca ayuda con profesionales en el campo del diseño, oriéntate y establece un plan de trabajo, de desarrollo y producción para tu diseño.
Eso te va a dar la seguridad una vez realices el lanzamiento de tu página con un logo definido y profesional.
Si tienes alguna duda, te invito a que me comentes o me preguntes, tal vez pueda ayudarte.
¡Gracias por leer!
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