Como un destello
Así se
estremecieron las facilidades de la Torre del Hospital Sarah Westman Davidson en Jerusalén
cuando 40 estudiantes de la Academia de Música y Baile del mismo lugar
interpretaron el Vals de las Flores de Tchaikovsky.
Un concierto que se desarrolló como parte de una festividad que comenzó en el 2007 y que hoy se extiende a más de 50 países.
Un concierto que se desarrolló como parte de una festividad que comenzó en el 2007 y que hoy se extiende a más de 50 países.
Flashmob, un
movimiento cibernético que moviliza a personas a un lugar predeterminado para
realizar algo único y luego dispersarse rápidamente, dejaron esa huella clásica
mientras se acercaban a pacientes en sillas de ruedas conducidos rápidamente por
adultos y otros, para disfrutar de unos minutos inolvidables que habrían de
perdurar para siempre.
La música tiene
ese efecto unificador. Tal y como lo son las artes, la literatura, pintura,
fotografía y música como otros nos muestran un camino que nace del alma y se
centra en lo más profundo cuando la armonía de los instrumentos eleva nuestra
conciencia.
Los estudiantes
llegaron de la nada y se fueron ubicando hasta completar prácticamente una mini
orquesta urbana cuyo ingrediente clásico pintaba todos los alrededores del
Hospital.
Ante todo mal
ahí está la música para guiarnos. Para darnos alegría. Para decirnos que sí hay
esperanza y que cada paso vale la pena.
El hecho que
esto suceda precisamente dentro de estas facilidades es como un mensaje de paz, dentro de los más oscuros horizontes de la vida cuando la salud se
quiebra por cualquier razón o circunstancia.
A pesar que hay varios vídeos de este tipo, este en particular me llamó la atención por su valor
humano, por la emoción y el baile de la joven que poco a poco iba creando el escenario
de clausura para una obra que vivirá por siempre aunque hubiese concluido en aquel momento.
De esto
comprendemos el alcance de la magnitud humana, de su talento y la valentía para
enfrentar cualquier aspecto de la vida. Para unir y establecer puentes con
otras sociedades y otras afinidades.
Ante un mundo que muchas veces nos grita en medio de la desesperación, entre una política deprimente y acosadora encontrar este pequeño grito de esperanza me hace sentir que hay una luz al final de todo este túnel.
Esta actividad se celebró el 13 de marzo de 2013 y cabe decir que los estudiantes de la Academia disfrutaron tanto realizando este concierto, que desde entonces calenda rizaron conciertos anuales en este Hospital.
La Organización Médica Hadassah trata un millón de pacientes anuales sin importar raza, color, religión o lugar de origen.
Ante un mundo que muchas veces nos grita en medio de la desesperación, entre una política deprimente y acosadora encontrar este pequeño grito de esperanza me hace sentir que hay una luz al final de todo este túnel.
Esta actividad se celebró el 13 de marzo de 2013 y cabe decir que los estudiantes de la Academia disfrutaron tanto realizando este concierto, que desde entonces calenda rizaron conciertos anuales en este Hospital.
La Organización Médica Hadassah trata un millón de pacientes anuales sin importar raza, color, religión o lugar de origen.
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