Hay un pueblo que no va a bajar la guardia

Marcha del 14 de Julio de 2019 en respuesta al chat del gobernador Ricardo Rosselló. Foto: JCarlo

Nuestro pueblo puertorriqueño no se va a quitar y mucho menos claudicar a su derecho de libre de expresión. 

Cuando ofendes hay consecuencias. Cuando mientes más todavía y hieres la sensibilidad de otro ser humano tienes que afrontar las consecuencias. Imaginen herir la sensibilidad de todo un pueblo. 

Lo que ha trascendido nos salpica a todos. A todos los puertorriqueños.

Salpica además cuando las expresiones entre este grupo de funcionarios incluyendo al gobernador de Puerto Rico, suponen asuntos delictivos cuando se utilizan redes sociales como un móvil estratégico de propaganda para destruir reputaciones y manejar los asuntos públicos manteniendo una imagen falsa de un liderato corrompido.

Así manipularon estadísticas y encuestas con el fin de entrelazarse con funcionarios electos propagando un estado de sitio de información sobre la cual la burla, la difamación y el menosprecio a la verdad jugaban un papel determinante.

Se compartió información confidencial, se planificaron viajes con fondos públicos y se intentó mancillar la reputación de miembros de la oposición así como a familiares de estos toda vez que sus posiciones podrían afectar de un modo u otro la imagen del gobernador.

Se amenazaron y marcaron a personalidades públicas que son líderes de otros partidos como también a funcionarios como el monitor federal de la policía toda vez que este constituía una amenaza sobre esta administración e incluyendo insultos y epítetos con palabras soeces a personas como la ex Concejal Municipal del estado de Nueva York a quien el gobernador se refirió como una “puta”.

Irónicamente en reuniones por separado, tanto la Cámara de Representantes como el Senado de Puerto Rico, decidieron darle el espacio de introspección personal al gobernador, Ricardo Rosselló ante todos estos acontecimientos.

Paro sorpresa de todos nosotros, el cuerpo legislativo dejó a un lado el comienzo de un proceso para destituir al gobernador para supuestamente dejar en manos de la Secretaria de Justicia los procesos de investigación para entonces proceder a tomar una decisión. 

La Secretaria de Justicia, Sra. Wanda Vázquez se inhibió en el día de ayer.

Ambas cámaras legislativas coincidieron además en crear el espacio para nombrar un Secretario de Estado que pudiese a toda luces sustituir al primer mandatario en caso de que este tuviera que retirarse de su puesto.

Una posición cómoda y cobarde de una cuerpo legislativo que evidentemente reacciona políticamente e intenta asegurar sus puestos ante un escándalo de estas proporciones. Primero sus escaños antes que todo lo demás. 

El gobernador podrá quedarse en su silla. Pero no va haber paz. No va haber sosiego. Las protestas van a continuar. 

Posiblemente él no se ha percatado que no se trata un partido político contra otro, o una mera campaña electoral. Se trata de un pueblo que que se siente airado y ofendido por un grupo de ejecutivos jóvenes de gobierno que incluye al gobernador los cuales cogían de “pendejo” —como ellos mismos decían en el chat— a toda nuestra gente.

Son palabras de ellos mismos en el chat.

Por lo mismo, Puerto Rico no puede darse el lujo de olvidar. Mucho menos, bajar la guardia ante estos hechos. 

Ayer, 15 de julio, Noticel nos informó que hay más chats y conversaciones en La Fortaleza. Esta información rompió en un artículo publicado por el periodista Oscar Serrano. 

El medio de toda esta vorágine, el medio noticioso confirmó la existencia de otras conversaciones escandalosas cuyos protagonistas pertenecen a la Mansión Ejecutiva.

Esto implica que este tenebroso capítulo en nuestra historia política no ha concluido. 

Al mismo tiempo el gobernador Rosselló podrá comparecer en el altar de una iglesia como lo hizo recientemente, pensar que el gobierno comienza a operar con absoluta calma o normalidad pero no se llame a engaño: un cambio y una transformación social es posible y los movimientos sociales decididamente pueden cambiar las cosas. 

Esto apenas comienza.