Preguntas sin respuestas: segunda parte...

Foto: Akshay Moon / Flickr

Evidentemente hay cientos de miles de preguntas, interrogantes que no tienen respuestas. 

Redes sociales cuyos vídeos mantienen teorías y argumentos de conspiración que exceden nuestra imaginación y transitan con argumentos absurdos y poco confiables.

Algunos de ellos desafían nuestra imaginación. 

Visuales que suponen circunstancias inexplicables los cuales nos dejan paralizados ante la paradoja de nuestra propia existencia humana.

Como si fuese una película de terror o de misterio.

Aunque en su mayoría tienden a ser composiciones irreales dentro de una cultura de sonido brutal que intenta mantenernos en vilo, no deja de impresionarnos la manera en que se manifiestan algunos de ellos y cuya naturalidad evoca miles de preguntas.

¿Cuál es la verdad? 

Miramos al pasado. Escudriñamos áreas inciertas, imprecisas en la historia. Y en ella llegamos a las ruinas de un universo inexplicable que desapareció sin razón aparente. Sin origen.

Andrew Kuchling / Detalle del estilo Sumerio / Flickr

3,500 años AC; mucho antes que los egipcios, una sociedad de avanzada desarrollaba su escritura; su propio lenguaje definido.

Crearon una cultura que ha dejado sorprendidos a números expertos en la materia: Los Sumerios.

Inventaron la rueda, desarrollaron y definieron el tiempo estableciéndolo como lo conocemos y definimos hoy día.

Descubrieron un sistema solar que dibujaron. Lo dejaron grabado en sus tablas. Describieron y diseñaron el zodiaco y desarrollaron principios algebraicos que se estudian diariamente.

Establecieron ciudades, leyes, agronomía y construyeron edificaciones en áreas desérticas cuyo único enlace con el desarrollo humano eran las vertientes del Tigris y el Éufrates.

Un lugar que carecía de la materia prima de construcción y metales que conozcamos naturalmente.

Su procedencia es desconocida y en su desaparición, no existe una explicación razonable.

Pero evidentemente estuvieron allí. 

Foto: Xiquinho Silva / Malta / Flickr

Los Megalitos en Malta y sus cráneos alargados sobre los cuáles no existe una explicación científica aceptable.

Los cortes tan exactos en piedras de granito y la construcción magnífica de sus templos cuyo oráculo principal percibía el sonido como si fuese un estudio de grabación.

Miles y miles de años atrás.

¿Cómo pudieron mover las rocas?

Hablamos sobre 1,500 toneladas de peso.

Hay expertos que dicen que para mover estas enormes rocas se hacían canales definidos con troncos y miles de seres humanos.

¿Y cómo lo subían? ¿cómo los cortes eran tan precisos?

Realmente es un misterio.

Foto: Jean-Baptiste Le Cocq / Cráneos Alargados, Paracas, Perú

Cráneos con deformidades determinadas desde el nacimiento que en nada se asemejan a un cráneo de un esqueleto normal.

Dibujos que datan de épocas milenarias cuyos elementos pictóricos se asemejan a naves espaciales y otras formas que implican un conocimiento más allá de la existencia humana.

Civilizaciones perdidas y trágicamente desaparecidas por la huella de eventos catastróficos que las destruyeron para siempre.

Definitivamente hay algo más. Algo que viene de tiempos ancestrales y que decididamente incidió en la evolución humana.

Ese algo estuvo de algún modo presente y con el tiempo desapareció.

Pero al desaparecer, se quedó inscrito todo un cuerpo de señales que muchas de ellas son indescifrables.

Podemos pasar la página y continuar nuestra jornada adjudicándole que debe haber en algún lugar una explicación lógica. Científica o material.

Pero lo cierto es que muchas cosas carecen de esa explicación.  

Mientras no exista ninguna que nos satisfaga, nuestra búsqueda habrá de continuar, con la esperanza de que en algún punto del camino pudiésemos hallar la ruta de la verdad sobre nuestra propia existencia.