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7/29/2020

Firme en condenar cualquier intento de discriminación


Mi postura es clara



Firme en condenar cualquier intento de discriminación racial que incluya el menosprecio a la raza, color de piel, creencia religiosa, orientación sexual, lugar de origen o nacionalidad, idioma o cualquier otra aspecto que se pueda interpretar como un intento de socavar la capacidad y la sensibilidad humana.

Condeno enérgicamente los recientes acontecimientos en donde un grupo de policías asesinó sin piedad a George Floyd en un claro menosprecio a la vida que ellos están obligados a proteger.

He visto y además los intentos de la administración actual en Estados Unidos enfocada en destruir, rechazar y atacar seres humanos por su nacionalidad, sin distinción de raza y por el hecho de no hablar el idioma inglés.

Al igual que los ataques constantes a la diversidad, personas cuyas afinidades sexuales difieren de la postura del estado en un intento de negarle sus derechos civiles, llevando casos a los tribunales. Gracias a Dios, recientemente esta misma administración tuvo una derrota apabullante y determinante en el Tribunal Supremo.

La postura del presidente norteamericano Donald Trump sobre naciones hermanas ha sido evidente. La Casa Blanca por su parte junto a senadores republicanos, ha sido defender sus ataques verbales en las redes sociales, excusándolo de cualquier vínculo de índole racial.

Cientos de años atrás familias y comunidades negras en Estados Unidos han sufrido los ataques más violentos por parte de gobierno, oficiales y comunidades racistas que han asesinado y torturado a mansalva a personas de esa población por el solo hecho de ser negros.

De esa misma forma han asesinado homosexuales, personas transexuales o de cualquier otra raza o nacionalidad que implique una amenaza a sus estilos de vida dentro de lo que ellos definen como la sociedad estadounidense.

Sin dejar escapar el acoso continuo a la inmigración, la destrucción de programas sociales para jóvenes y adultos (DACA) y el asecho a países con la demagogia y amenaza en tarifas, penalidades y ausencia de tratados que anteriormente formaban parte de una filosofía de paz global a través de occidente.

Pensaba equivocadamente que Estados Unidos jamás volvería atrás pero el documental de VICE sobre Charlottesville nos enseña que la lucha por los derechos civiles apenas comienza y que dichas afirmaciones en contra del color de la piel están tan latentes en esta administración como en aquella época. Es como si volviéramos a visitar la era de la segregación.

Vemos continuamente los visuales de mujeres blancas acosando a personas de otra raza o nacionalidad con amenazas y hasta a punta de pistola por el hecho nada más de ser diferentes.

Seducidos por un discurso racial que toca la fibra de una filosofía fascista, un sector de Estados Unidos pretende hacerle entender al mundo que Norteamérica es para los norteamericanos de la misma forma que Hitler quería Alemania para los alemanes.

Actualmente, para sorpresa de todos vemos a diario los vídeos de una conmoción social que similar a un encuentro civil armado y urbano el presidente ha inundado las calles de Portland, Chicago y otros sectores con mercenarios paramilitares con la excusa de restablecer el orden.

Atacan a manifestantes con gases lacrimógenos, veteranos que han intentado entrar en razón con estas tropas y lo que han recibido a cambio es un maltrato a golpes y gases en la cara sin dejar a un lado los actos violentos en contra de mujeres y periodistas.

Con esa misma excusa de evitar el traspaso o ataque a instalaciones federales lo cierto es que el entuerto norteamericano ha descartado el avance humanitario y por el contrario le ha dado la espalda a la desigualdad social, la pobreza y cuando se trata sobre el acoso de oficiales armados a comunidades negras e hispanas miran hacia el otro lado o defienden a sus oficiales.

Por otro lado la pandemia del COVID-19 sigue cobrando vidas humanas ante un escenario doloroso en donde la administración presidencial no ha establecido las medidas rigurosas de salubridad y seguridad en toda la Nación.

Con un constante asecho en las redes sociales, el presidente se ha escudado y ha atacado al Dr. Anthony Fauci quien es uno de los expertos de mayor prestigio en enfermedades infecciosas en todo el mundo y ha dado su vida profesional ante emergencias nacionales de esta índole.

Ante este curso de acción, varios estados han sufrido una segunda etapa de contagios que han sobrepasado los estimados positivos y fatalidades en muy poco tiempo.

Con la expresión tan desafortunada del principal exponente del gobierno norteamericano, Donald J. Trump donde dice que no se siente responsable, ha dejado de darle importancia a estas circunstancias médicas para dedicarse a restablecer su imagen y la atención en las redes sociales con el intento de acaparar audiencias en distintos estados.

Pero no ha podido toda vez que esos mismos componentes de gobierno se han negado a comparecer y la audiencia no ha estado disponible para aplaudir sus expresiones.

A 100 días apenas para la elección, este presidente a comenzado a destacar sobre el hecho de que si las votaciones se realizan por correo es seguro un fraude histórico y sin precedentes en toda la elección.

Como ven, comienza a preparar el camino para salir por la puerta ancha aunque pierda la contienda electoral.

Muchos piensan que a pesar que eso ocurriese, no se va a ir de Casa Blanca aludiendo esa misma excusa de fraude.

Ante ello, el pueblo estadounidense debe estar unido para hacerle frente y rechazar esas demostraciones de fuerza que pretenden obligar a los sectores que lo mantienen con vida, sigan siendo esclavos y cautivos de sus expresiones.

Es importante expresar a este punto que rechazamos esas posturas opresoras que son ejemplo de cuerpos de una milicia en países donde el poder y la libertad han sido sustituidos por una filosofía dictatorial que mancilla los derechos de una inmensa mayoría de seres humanos influyendo mujeres, ancianos y niños.

Y ante ello tenemos la esperanza que el esfuerzo del Partido Demócrata con su líder, Joe Biden pueda prevalecer y restablecer los valores, la paz ciudadana y el amor al prójimo que tanto anhelamos.

7/27/2020

Una nueva realidad nos ha enseñado a vivir de otro modo

En horas de la mañana, presto a comenzar mi jornada de trabajo.

Hemos aprendido a vivir de otra manera. 

En algunos casos, obligados a vivir dentro de un cautiverio auto impuesto por algo que jamás pudimos imaginar.

Pensar en películas donde el mundo está por acabarse o en los profetas evangélicos de la calle y sus altoparlantes vociferando sobre el final de los tiempos y de momento me digo: ¡coño!, — ¿habrá algo de verdad en todo eso?

Pero aun cuando me vienen a la mente esas imágenes, trato de no perder la esperanza o las ganas como decía Escalante.

Obviamente esto no es una película y ciertamente no vendrá ningún súper héroe para que nos rescate de esta tragedia humana.

En ese sentido, la única forma de asimilar esto es rescatándonos a nosotros mismos.

Aquí en Puerto Rico hemos regresado peligrosamente al principio. Hemos vuelto a comenzar de nuevo.

Semanas atrás el gobierno había controlado poco a poco la propagación de este virus.  

Pero la política, las fuerzas ocultas y privadas junto al flujo de capital que se mezcla con candidaturas en tiempos de elecciones lo cambian todo.

Transformaron el discurso nacional y nuestra gobernadora decidió abrir en gran medida la economía. 

Sin pensar en el aeropuerto o el desembarco de cruceros cuyos pasajeros y turistas en su mayoría han venido a refugiarse o tratarse en hospitales locales por los altos costos médicos en el extranjero.

Es decir, el gobierno decidió abrir con ciertos parámetros el comercio, las playas y ciertos escenarios públicos.

Las consecuencias no se hicieron esperar; el aumento en casos de COVID-19 ha sido extremadamente serio.

El haber abierto le dio alas a sectores de la población que comenzaron con tiendas y otras actividades sociales sin control, sin mascarillas, con un gobierno ausente en la imposición de multas sobre las normas de salubridad colocando a nuestro pueblo en peligro con un aumento en fatalidades e infectados por el contagio.

Hace apenas una semana o un poco más la gobernadora compareció públicamente para establecer nuevamente medidas de toque de queda y cierre obligado a comercios y establecimientos.

En ese sentido, el estado de gobierno ha sido torpe y se acomodó en su momento a las negociaciones de la empresa privada para lograr abrir la economía.

Ha sido tristemente una administración desarticulada en el manejo de beneficios a la población que se ha quedado sin sustento o sin garantías de empleo.

Hoy el equipo médico de la gobernadora le ha recomendado un cierre total por tres semanas. Cosa que su pudo haber evitado.

Es por eso que les digo que no se puede depender del gobierno.

Ustedes y Yo tenemos que estar atentos y aun cuando es extremadamente difícil manejar estas circunstancias, auto imponerse una disciplina de vida nos ayudará a sobrepasar esta crisis.

No hay alternativa.

En el extranjero, específicamente en Estados Unidos, 100 días faltan para una elección en la que se la va vida al pueblo norteamericano.

Una administración republicana cobarde, acomodaticia y sin voz.  Solo el eco de un comandante en jefe enfermo y racista que pretende perpetuarse en el poder.

Un presidente cuyo mensaje a la nación repetidamente es de índole racial, con insultos, culpas ajenas y excusas sobre una pandemia que le ha cobrado la vida a cientos de miles de norteamericanos.

Su ejercicio de poder se ha manifestado por ser un discurso racial que ha destruido relaciones entre naciones aliadas que hoy se distancian de sus expresiones y su filosofía de gobierno la cual ha mancillado lealtades y vínculos políticos históricos. 

La demagógica respuesta de un plan médico inexistente, la intención de construir un muro y el ataque constante a China, Méjico y Latinoamérica lejos de construir y ser ejemplo ha sido nefasta en el ejercicio de las libertades y las expresiones ciudadanas.

Nada más vean los visuales en Chicago y Portland sobre el manejo presidencial en militarizar las avenidas y los espacios públicos con la excusa de contener la violencia y el vandalismo.

Al menos muchos grupos republicanos han levantado su voz y están día a día en campaña para impedir que este hombre pueda revalidar. Y eso es un gran alivio.

Por lo pronto, aprendemos las lecciones de vida de todo este acontecer histórico.

Hemos aprendido a cuidarnos y ser juiciosos porque de esa forma cuidamos a nuestro prójimo.

Me he tomado unos días de descanso pero hoy comienzo nuevamente mi jornada.

A ustedes les pido que se cuiden. No tomen riesgos innecesarios. Sean juiciosos y no dejen de usar la mascarilla si salen de sus hogares o donde residen.

No pierdan la Fe y la esperanza.

Esto a la larga va a pasar.
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7/04/2020

Un verdadero líder dirige una nación, no la maltrata


De pronto miro lo que ocurre a mi alrededor y me pregunto —Dios mío, ¿hacia dónde vamos?

Cuando levanto la vista me doy cuenta que ya no comprendo el suelo norteamericano.

Cuatro años desde que Trump asumió la presidencia de Estados Unidos y las minorías, el color de piel y la diversidad incluyendo la raza, sigue siendo punta de lanza en esta administración para insultos y expresiones de índole racial.

Un ejemplo reciente fue el asesinato de George Floyd que indiscutiblemente ha colocado la presidencia en la era de la segregación racial.

El manejo tan incompetente de COVID-19 nos deja ver un presidente que lo único que piensa es en las encuestas y las elecciones.

Lo demás es colateral.

Tan reciente como la semana pasada, en un artículo publicado en el New York Times, relataba el hecho de pagos a talibanes para atacar tropas y soldados norteamericanos por el presidente ruso, Vladimir Putin.

De cierto modo, la Casa Blanca y la presidencia norteamericana vuelve a quedar en entredicho en materia de seguridad nacional.

Pero como todo en la vida, para el propio presidente todo esto es parte de un complot demócrata y las principales cadenas de noticias en la nación. 

No olviden que para él la prensa es el enemigo del pueblo norteamericano.

En 2016, sabíamos de antemano la amenaza real que representaba su presidencia en Estados Unidos y el mundo.

Un segundo término de este hombre no tan solo sería trágico sino catastrófico para todos los que descansamos en el bien común, la bondad, la equidad y el respeto.

Recuerdo sus expresiones desde que inició su campaña, la promesa de un muro y el desarrollo de un supuesto plan médico que sustituyera Obamacare.

Luego de su victoria, la amenaza real a la población musulmana, los inmigrantes, países como Haití y África no se hicieron esperar.

Su ausencia moral y su discurso se hizo evidente cuando pistoleros entraron a escuelas, asesinando maestros, niños y jóvenes.

La amenaza real que habíamos detectado de antemano se convirtió en un hecho a partir de 2016.

Sus expresiones sobre la protesta en Charlottesvillecon insignias Nazi y banderas confederadas que dejó una persona muerta, dejó entrever una nueva realidad política y racial en Estados Unidos.

Hace poco y ante los hechos que han sumergido a la nación en protestas masivas junto a los los ataques de policías a multitudes incluyendo periodistas, nos dejó maltrechos en términos de conciencia y emociones.

Perplejamente hemos visto un presidente pararse frente a una iglesia con la Biblia en la mano como si fuese el salvador de la humanidad norteamericana.

Nunca pensé que la hipocresía personal y política llegara a tanto pero me equivoqué.

Me resulta alentador sin embargo ver grupos republicanos que se han tirado públicamente incluyendo las redes sociales para repudiar al presidente norteamericano y su candidatura de cara a las próximas elecciones.

Un ejemplo de esto es el grupo “Republican Voters Against Trump" (Votantes Republicanos en contra de Trump— RVAT por sus siglas en inglés). 

Este grupo es una coalición de republicanos o ex republicanos o republicanos descontentos que no apoyan a Donald J. Trump para un segundo término en Casa Blanca.

Numerosos testimonios grabados en vídeo expresan la desilusión no tan solo con este presidente sino con un partido que le ha dado la espalda a los principios conservadores que una vez conformaron la filosofía ideológica del Partido Republicano.

Les invito a que visiten: https://rvat.org y vean personas que en un momento dado le dieron su apoyo a este presidente y hoy están convencidos que fue la peor decisión que tomaron en un momento dado. 

Además “The Lincoln Project” es un esfuerzo de ex miembros del Partido Republicano cuyas posiciones fueron claves y hoy a través de anuncios, postulan que tiene que haber un esfuerzo patriótico para derrotar a Trump. Si desean más información pueden visitar: https://lincolnproject.us .

En todo caso, distinto a 2016, el discurso presidencial tiene detractores republicanos que no suman uno ni dos; son miles.

Miles de seres humanos defraudados hasta la médula por un presidente que desconoce el verdadero significado de la Constitución, que se canta religioso cuando no lo es y cuyos prejuicios raciales sobre género, libertades de la mujer y la diversidad humana se han visto desplegadas como nunca antes.

En la actualidad cuando me fijo en el norte, fuera de mi terruño, aun con los problemas serios que tenemos aquí en Puerto Rico, veo una nación dividida y mancillada por una voz inequívocamente enferma y egoísta que pretende ensalzar el espíritu norteamericano de un modo nefasto y equivocado.

Nada más tenemos que ver las redes sociales a diario y escuchar cómo hablar en español en algunos lugares de la nación se ha convertido en algo proscrito y delictivo.

Algo que jamás pensé ver en vida, pero es así, desgraciadamente.

Guardo un gran respeto por los estadounidenses. No creo que la inmensa mayoría de los que viven allá fuera sean así. 

No guardan esos rencores infundados con el desprecio y las aptitudes tan desafortunadas que observamos constantemente desde Casa Blanca.

Sé por convicción propia que en su mayoría son gente buena y creen en las libertades y el respeto en común.

Falta poco para que llegue el momento de la verdad. 

Hay quiénes dicen que aunque pierda no se va a ir.

Si decidiera no irse si pierde esta contienda electoral va a ocasionar una conmoción social que no hemos visto en décadas. 

Lamentablemente hablamos de una persona que aunque se juega el todo por el todo, su afán con el poder y la victoria nublan la conciencia de miles de hombres y mujeres que lo siguen como corderos.

Aun cuando quiera permanecer en el poder, su derrota sería un punto de partida positivo para limpiar un legado negativo que ha dejado a Estados Unidos dentro de una incertidumbre internacional.

Un legado entrelazado con vínculos preocupantes con naciones que no son aliados y con una ideología carente de verdad, patriotismo y respeto a la inmensa mayoría de aquellos que no piensan como él.
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Un comentario desafortunado

    Para el comediante Tony Hinchcliffe, Puerto Rico es “literalmente una isla flotante de basura en medio del océano”. Estas expresiones se...