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2/16/2025

El legado oscuro de Trump: Entre el pasado y el presente

 


Durante la campaña en las elecciones de Estados Unidos en 2016, el entonces candidato y hoy Presidente, Donald Trump expresaba: "Don't worry, we take our country back".

Una retórica nacional que poco a poco se transformó en un himno de campaña extrema para la extrema derecha y de igual forma en las comunidades o sectores deprimidos alrededor del territorio de la nación norteamericana.

Ante la victoria de Donald Trump casi una década después, estamos en presencia de un entorno, un universo político que ha dado otro giro. Uno que no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos.

Su presidencia actual ha continuado el mismo curso de desregulación, políticas de deportación y ataques a la diversidad, pero ahora con implicaciones aún más serias. Sus órdenes ejecutivas han intensificado la presión sobre países aliados como México, Canadá y la Unión Europea, buscando imponer penalidades arancelarias y condicionamientos políticos. Su estilo de liderazgo, marcado por artimañas, medias verdades y acusaciones, se ha exacerbado con un entorno global más tenso, donde China y otros actores enfrentan una diplomacia agresiva y coercitiva.

No debemos olvidar que Donald Trump fue construyendo poco a poco lo que él denominaba un movimiento dentro de una esfera popular intolerante a la diversidad, alimentado por un discurso peligroso, racial y excluyente. Un discurso que ha cobrado mayor fuerza en 2025, donde la retórica antiinmigrante, anti-LGBTQ+ y antiambientalista se ha institucionalizado aún más dentro de su administración.

Ese núcleo anglosajón blanco que según el cuerpo estratégico de Trump estaba dormido desde 2016 se ha transformado en un ejército electoral recalcitrante. Un bloque que, con su discurso populista y radical, ha logrado fracturar aún más el tejido social y político de Estados Unidos, llevándolo hacia una polarización extrema. Esto quedó demostrado en su más reciente campaña presidencial, donde arrasó con sus oponentes demócratas, incluyendo a Kamala Harris.

Precisamente en aquel periodo decía Michael Moore: 

"Whether Trump means it or not is kind of irrelevant because he's saying the things to people who are hurting. And it's why every beaten-down, nameless, forgotten working stiff, who used to be part of what was called the middle class, loves Trump. He is the Human Molotov Cocktail that they have been waiting for. The Human Hand Grenade that they can legally throw into the system that stole their lives from them".

Recordemos que tras haber destruido las aspiraciones de 16 contendientes en aquellas primarias, frente a millones de personas a través de las principales cadenas de televisión y con la ayuda de un equipo con inclinaciones racistas, Trump desarrolló un aura de protector ante una población olvidada. Figuras clave como Roger Stone, Paul Manafort y Steve Bannon desempeñaron roles fundamentales en la consolidación de este movimiento radical.

Precisamente, Bannon fue entrevistado en 60 Minutes (CBS), donde declaró la guerra al entonces "Speaker" de la Cámara, Paul Ryan, y al líder de la Mayoría en el Senado, Mitch McConnell, estableciendo un precedente de conflicto interno en el Partido Republicano.

Muy a mi pesar, fue en aquel mismo periodo que el Partido Demócrata destruyó la candidatura de Bernie Sanders, quien en la Convención Demócrata colgó los guantes, sabiendo cómo lo supe yo en ese instante, que la candidata, Hillary Clinton, no iba a prevalecer. Ni siquiera los medios nacionales pudieron advertir con certeza que una candidatura republicana tan risible, basada en puntos publicitarios de discriminación, lograría levantar toda una población caucásica y que, según el propio Trump, representaba una "mayoría silente".

Mucho se habló de esa burbuja republicana, pero al examinar los hechos, la burbuja siempre estuvo del otro lado. Y de hecho, los demócratas tuvieron todo un arsenal de municiones para detenerlo desde sus inicios como candidato. Para desviar o hacerlo desistir "motus proprio" de la silla más codiciada del universo político norteamericano.

Nunca supieron utilizar los argumentos que requerían ese momento histórico en que Trump se lanzaba al ruedo político. Para ellos, era risible. Mientras tanto, en Puerto Rico - donde vivo - era preciso escuchar los programas de análisis cuando los deponentes se reían de que algo como lo que sucedió pudiese tener la más remota posibilidad.

Según el ex comentarista de noticias de Fox News, Bill O'Reilly, sobre la candidata de 2016 del Partido Demócrata: 

"There is no question that the Democratic machine waged an arrogant campaign that justified Hillary Clinton's incredible record of ethical deficiencies. While many politicians distort and mislead, Mrs. Clinton seems incapable of speaking the truth. Her exploitation of a massive charity foundation for her own benefit is simply stunning. Even more troubling, she sincerely believes that she did nothing wrong or has ever done anything wrong. There should be grave concern in the Clinton camp. The reason the Secretary may lose is that the tipping point may have been reached. If you are familiar with Malcolm Gladwell's theory - bad things mount up and then suddenly at a dramatic moment, everything comes crashing down - that's what exactly happened. The American people have had enough of Hillary Clinton".

La derrota era previsible y se podía advertir. Además, toda una maquinaria de noticias radicales, muchas de ellas como la de Alex Jones, centradas en argumentos de conspiración falsos o medias verdades, expresamente tuvieron un eco profundo dentro de ese universo votante. A estos no les importaban ni las acusaciones de hostigamiento ni las expresiones sexuales lamentables hacia la mujer o los ataques a periodistas sin ningún tipo de contemplación.

Hoy, en 2025, el estado político de Trump, cuyas políticas de desregulación, deportación y desprecio a la libertad de prensa siguen en aumento, ha sentado las bases para un régimen aún más radicalizado. Sus órdenes ejecutivas continúan debilitando alianzas internacionales, restringiendo derechos y fomentando un clima de intolerancia.

Mientras tanto, nos preguntamos, ¿dónde está Biden? ¿Kamala Harris? ¿Obama? ¿Dónde está la resistencia demócrata?

Al menos tenemos tres figuras cuya valentía sigue enfrentando a un entorno racista que pretende diluir las facultades soberanas de una sociedad que ansía vivir en paz: Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Alexandria Ocasio-Cortez.

2/08/2025

La próxima superpotencia no es un país: El ascenso del Network State

 


Steve Bannon, estratega político y ex asesor de la Casa Blanca durante el primer mandato de Donald Trump, abogó por el uso de estrategias de propaganda y desinformación con el fin de construir una estructura demagógica. Su propósito: quebrar la opinión pública y transformar el orden social a conveniencia.

Bannon, sucesor de Andrew Breitbart, jugó un papel clave en la expansión de la estructura mediática que este último fundó. En una de sus declaraciones, Bannon afirmó:

“Si usted quiere transformar fundamentalmente la sociedad, primero tiene que quebrarla. Al quebrarla, entonces podrá moldear las piezas e integrarlas dentro de su visión para una nueva sociedad.”

Este principio, inicialmente aplicado dentro de un enfoque psicográfico que buscaba influir en la opinión pública y el comportamiento social, ha evolucionado hacia un nuevo paradigma que se materializa en un portal titulado "THE NEXT AMERICA: Built on the Internet. PRAXIS is the first Network State."

El Network State: una nueva frontera política

En su artículo "Praxis: Tech dystopia as the 'Next America'", el periodista y analista Gil Duran expone cómo una oligarquía tecnocrática multimillonaria está impulsando un modelo teórico-filosófico para establecer un nuevo orden societal.

El manifiesto del portal Praxis plantea:

“A medida que las comunidades locales se disuelven y los estados nacionales tropiezan, los Network Statesascenderán. Pronto, los Network States serán la principal afiliación grupal, un pasaporte y, en esencia, el activo comunitario más importante. Representarán el control ciudadano de trillones de dólares sobre sus propios recursos. Con el tiempo, observaremos cómo los Network States se transforman en estados nacionales en tiempo real. Estos fusionarán vecindarios y construirán ciudades, por lo que la próxima superpotencia global será un Network State. En consecuencia, el próximo Estados Unidos.”

Este concepto sugiere una transformación radical del Estado tal como lo conocemos. En lugar de estructuras gubernamentales tradicionales, surgiría un modelo de gobernanza basado en redes descentralizadas, gestionadas por conglomerados tecnológicos y financieros.

La desintegración del Estado y el ascenso del corporativismo

El auge de esta estructura ideológica busca la deconstrucción del Estado y de su andamiaje institucional para dar paso a "The Next America": un universo corporativo donde la gobernanza estaría controlada por entidades privadas, fuera de los marcos tradicionales de la democracia.

Estrategias como el chantaje arancelario, los intentos de expansión territorial (ejemplificados en las ambiciones sobre Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá) y la disrupción de los servicios públicos son solo algunas señales de esta transformación. Detrás de estas iniciativas subyace la construcción de un nuevo modelo de poder: un neoimperialismodigital, donde el dominio se ejerce a través de plataformas virtuales y el control financiero de activos globales.

El futuro de esta visión aún es incierto, pero lo que está claro es que una reconfiguración del orden mundial ya está en marcha.


2/03/2025

Las librerías que marcaron mi vida y ya no están

 


Recuerdo las incontables veces que visité la librería Thekes en el centro comercial Plaza Las Américas, en Puerto Rico. Allí descubrí la maravillosa poesía de José Ángel Buesa, los epistolarios de César Vallejo, En la Brecha de José de Diego y, por supuesto, Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, entre tantos otros.

Pero Thekes cerró hace ya muchos años.

En mis primeros años de universidad, con mis amigos del alma, visitábamos cada fin de semana La Tertulia, en Río Piedras. Aquel rincón de libros me abrió la puerta a la editorial Siglo XXI y a un nuevo nivel de análisis con Michel Foucault.

Fue allí donde aprendí, casi sin darme cuenta, a tocar con cautela la filosofía. Descubrí un movimiento existencial que, sin que yo lo supiera entonces, ya tocaba las puertas de mi alma.

Como la música de Pink Floyd, Camus, Sábato y Sartre se instalaron en mi espíritu mientras hojeaba sus libros en La Tertulia.

Según un artículo publicado en Metro, La Tertulia cerró en mayo de 2017.

Muchas han desaparecido. Y muchos de nosotros nos hemos quedado un poco desamparados ante esa ausencia.

Borders en Plaza Las Américas era mucho más que un comercio. Era un punto de encuentro, un espacio para aprender, caminar y disfrutar con la familia. Allí encontrabas libros, música, accesorios y artículos de regalo con un diseño tan original como especial.

Pero Borders cerró sus puertas, dejando un vacío difícil de llenar. El Nuevo Día describió el impacto de su cierre, y no pudieron estar más en lo cierto.

Bell, Book & Candle Bookstore también es cosa del pasado.

Sé que la tecnología ha traído ventajas enormes—yo mismo la he disfrutado y participado de ella activamente. Pero, irónicamente, ha sido la misma tecnología la que ha arrasado con una parte fundamental de la cultura estudiantil de mi época.

Los buscadores de libros, los cazadores de primeras ediciones, los exploradores de editoriales desconocidas... nos hemos quedado sin refugios.

Ese compartir de ideas, de descubrimientos y de asombro es algo que no volverá a repetirse.

La nostalgia que me invade al recordar todo esto es difícil de describir.

Afortunadamente, aún sobreviven librerías como Norberto González, aunque en 2021 su fundador, Norberto González Rivera, falleció, dejando un legado invaluable en la industria del libro en Puerto Rico. Su librería sigue en pie, resistiendo el embate del tiempo y los cambios tecnológicos, y continúa siendo un refugio para los amantes de la lectura.

Extraño esa parte de mi vida.

Como diría Ernesto Sabato, en algún recóndito reducto de mi espíritu la guardo con infinita nostalgia.

1/30/2025

Demonización y poder: La retórica que fractura a una nación


El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, mantiene firme su postura de enjuiciar sectores que viven en común en Norteamérica, con la intención directa o indirecta de trastocar sus vidas para siempre.

Es imperativo estar alerta ante este tipo de discurso y la retórica política que representa un viraje hacia un nacionalismo extremo. Este se fortalece dentro de su base, su respaldo congresional y la estructura republicana, que hoy se constituyen como una inmensa mayoría.

Al esbozar su filosofía, el presidente promueve un mensaje que actúa como un llamado a la acción para sus seguidores. Un discurso que manipula la información, generando una opinión pública fundamentalista basada en medias verdades. Este tipo de narrativa insiste en reescribir la historia y acomodarla a sus mejores intereses. En el caso de Puerto Rico, esto resulta particularmente peligroso, ya que comenzamos a ver los efectos en la pausa de compensaciones y emisiones federales.

Por otro lado, encauzar y estigmatizar a los inmigrantes como criminales abre una brecha sin precedentes en la nación estadounidense. En conferencia de prensa, los reporteros Russell Contreras y Avery Lotz, de la cadena de noticias AXIOS, informaron que cuando se le preguntó a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, cuántos de los 3,500 inmigrantes arrestados desde que Trump asumió el cargo tenían antecedentes penales, su respuesta fue: "Todos ellos porque violaron ilegalmente las leyes de nuestra nación".

Si el criterio para ser catalogado como criminal fuera tan simple, entonces cabría preguntarse por qué no se habla de Timothy McVeigh y Terry Nichols, responsables del atentado de Oklahoma en 1995, que mató a 165 personas. O de Eric Harris y Dylan Klebold, quienes asesinaron a 12 estudiantes y un profesor en Columbine en 1999. Y de Adam Lanza, quien mató a 20 niños en Newtown, Connecticut, en 2012. Todos ellos, ciudadanos estadounidenses. Si la norma es demonizar a los inmigrantes como criminales, el estado norteamericano debería aplicar la misma rigurosidad con aquellos que han inscrito sus nombres en la historia a través de actos de violencia masiva. De lo contrario, queda en evidencia que el verdadero objetivo es mantener el poder mediante una nación dividida y polarizada.

Asimismo, los cambios contributivos, la supuesta reforma de salud que no se concreta y la desregulación del mercado financiero se suman al engaño masivo de una presidencia que ignora sus repercusiones sociales. Su modelo de nación favorece a un sector específico, menospreciando la diversidad y afectando a las minorías con la cancelación de ayudas y programas federales. Todo esto se convierte en un peligroso detonante.

Es crucial reconocer que la presidencia de Trump ostenta el poder y lo ejerce con un desprecio inmisericorde hacia las minorías, utilizando las redes sociales como un arma de división. Esto no es un juego ni una broma. Su voz no es inclusiva, sino que responde a un sector radical de la nación.

Por ello, debemos estar atentos, analizar con conciencia y actuar con responsabilidad. Lo que hoy ocurre tendrá un impacto real, no solo en nuestro territorio, sino en el mundo entero.


1/24/2025

Un Mundo Convulso: Historias de Crueldad y Esperanza

 


La imagen intenta reflejar el sentimiento de un mundo convulso: 
una representación simbólica con tonos oscuros y elementos de resiliencia. 

Inicio estas reflexiones desde una perspectiva personal, sin pretender erudición ni formular un tratado filosófico o académico. No busco tampoco elaborar una tesis universitaria o establecer verdades absolutas. Es, más bien, un intento humilde de destacar grietas en el tejido de un mundo complejo y convulso, sin caer en disquisiciones metafísicas, emocionales o psicológicas.

A pesar de que este escrito es incompleto y no constituye la única verdad, estoy abierto a comentarios y sugerencias que puedan enriquecer mi análisis, siempre que sean constructivos.

A continuación, presento tres ejemplos que ilustran la crueldad y la desigualdad en sus distintas manifestaciones: el fanatismo religioso, la violencia indiscriminada y la injusticia económica.

1. Neda Agha-Soltan

En junio de 2009, Neda Agha-Soltan, una joven de 26 años, fue asesinada durante una protesta en Teherán contra el régimen iraní. Su muerte, grabada en video, se convirtió en un símbolo del movimiento revolucionario que buscaba derrocar a un gobierno acusado de fraude tras la reelección de Mahmoud Ahmadinejad.

La tragedia de Neda ejemplifica cómo el fanatismo y el poder absoluto conspiran para perpetuar regímenes autoritarios. Su vida, como la de miles de otros, fue arrebatada en nombre de un orden político que prioriza su propia supervivencia por encima de los derechos humanos y la dignidad de las personas.

2. La masacre de Sandy Hook

En diciembre de 2012, un joven de 20 años perpetró una masacre en la Escuela Elemental Sandy Hook, en Connecticut, asesinando a 26 personas, incluidos 20 niños entre 5 y 10 años. Las palabras del entonces presidente Barack Obama reflejaron el dolor colectivo:

“La mayoría de los que murieron hoy eran niños, pequeños entre las edades de 5 y 10 años. Toda una vida por delante: cumpleaños, graduaciones, matrimonios, hijos que tendrían...”

Este suceso desgarrador expone cómo la violencia indiscriminada, alimentada por la facilidad de acceso a armas y problemas de salud mental no atendidos, perpetúa tragedias inimaginables. Adam Lanza, el perpetrador, dejó una herida en la conciencia colectiva que sigue sin sanar.

3. La plutonomía

El término "plutonomía" se refiere al crecimiento económico impulsado por una minoría rica, mientras la mayoría queda relegada. En 2005, Citigroup publicó un informe para inversionistas titulado “Plutonomy: Buying Luxury, Explaining Global Balances”, donde promovía inversiones en productos dirigidos exclusivamente a los ultrarricos. El informe dividía el mundo en dos grupos: los plutócratas y “el resto”, relegando a la mayoría a una existencia precaria.

Esta filosofía económica, que Alan Greenspan describió como “crecimiento basado en la inseguridad laboral”, prioriza el control y la explotación de los trabajadores, perpetuando un sistema donde la inequidad es vista como un recurso, no como un problema.

Hoy, más que nunca, vemos los efectos de esta mentalidad en el auge de una clase élite que concentra la riqueza global, mientras la mayoría lucha por sobrevivir con migajas. Este desequilibrio es una de las raíces más profundas del descontento y la convulsión global.

Reflexión Final

Estos ejemplos, aunque distintos en contexto, están unidos por un hilo común: la indiferencia hacia el valor intrínseco de la vida humana. Ya sea en nombre de la religión, el poder o la economía, estas dinámicas continúan moldeando un mundo donde las desigualdades y el sufrimiento parecen inevitables.

Sin embargo, creo firmemente en el poder del análisis crítico y la reflexión colectiva para arrojar luz sobre estas grietas y, quizás, comenzar a repararlas.


1/23/2025

¿Un monumento para Donald Trump en Puerto Rico?


Jenniffer Aydin González Colón, gobernadora electa de Puerto Rico

Según reportó el periódico El Vocero hoy, 23 de enero de 2025, la gobernadora electa de Puerto Rico, Jeniffer González, expresó su interés en colocar un monumento o estatua de Donald J. Trump en el Paseo de los Presidentes, localizado en San Juan. Esta declaración fue realizada durante su toma de posesión y ha causado reacciones inmediatas en la esfera política y social del país.

A preguntas de la prensa sobre este asunto, el presidente del Senado, Tomás Rivera Schatz, manifestó que la propuesta de González le importa “un soberano pito”. Sin embargo, añadió irónicamente que, de construirse, la estatua de Trump debería ubicarse en la costa de Loíza, una de las áreas más afectadas por la erosión costera, “para llamar la atención de lo que está pasando allí”. También sugirió, en tono sarcástico, que podría colocarse en algunos municipios pobres “para que miren hacia allá”, según reportó Wilmarielys Agosto para El Vocero.

La gobernadora parece ignorar que el legado de Donald Trump no es solo divisivo, sino que representa un capítulo profundamente cuestionado en la historia reciente. La presidencia de Trump marcó un antes y un después, no solo para Estados Unidos, sino para el mundo entero. Sus políticas y declaraciones avivaron tensiones raciales, promovieron la xenofobia y profundizaron las divisiones sociales y económicas en la nación norteamericana.

Para Puerto Rico, en particular, Trump dejó una marca difícil de olvidar: desde su falta de acción efectiva tras el huracán María hasta su insensibilidad hacia las necesidades de la isla, que llegaron al extremo de lanzar rollos de papel toalla a los damnificados, un gesto que simboliza para muchos el desprecio y la burla hacia nuestra tragedia.

La colocación de un monumento a Trump en el Paseo de los Presidentes no solo sería un insulto a la memoria colectiva del pueblo puertorriqueño, sino también una peligrosa validación de los valores que representó su administración: el odio, la exclusión y la arrogancia del poder.

Ante un mundo en el que nada es igual desde la juramentación de Trump, cabe preguntarse: ¿qué valores queremos perpetuar en nuestra sociedad? ¿Qué mensaje enviamos al colocar una estatua de un presidente que no solo dividió a su país, sino que también ignoró las necesidades de Puerto Rico? Mientras muchos de nosotros luchamos por construir un futuro basado en la justicia, la equidad y la humanidad, parece que algunos prefieren honrar un pasado que representa todo lo contrario.

Nos toca decidir si el Paseo de los Presidentes será un espacio que refleje los valores de dignidad y progreso o si, por el contrario, se convertirá en un monumento al oportunismo político y al olvido de nuestra historia.


1/20/2025

Castigo Y Sociedad

 


¿Cuál debe ser el castigo: la muerte?

Según Thomas Mackintosh de BBC News, Jessica Sarah Tisch, quien se desempeña como comisionada de policía de la ciudad de Nueva York desde noviembre de 2024, expresó el 23 de diciembre de 2024 que este es “uno de los crímenes más depravados que se pueden cometer” al referirse a un hombre que le prendió fuego y mató a una mujer en el Metro de Nueva York. La comisionada añadió que “la mujer estaba en un tren cuando un hombre se le acercó y usó un encendedor para prender fuego a su ropa. Quedó totalmente envuelta en llamas en cuestión de segundos”, detalló. Aunque los agentes extinguieron las llamas, la víctima murió en el lugar.

De lo que se desprende de la información de Mackintosh es que la comisaría pudo obtener imágenes "muy claras y detalladas" gracias a las cámaras corporales de los agentes, las cuales fueron difundidas por el Departamento de Policía de Nueva York. Más tarde, tres adolescentes neoyorquinos llamaron a los servicios de emergencias para informar que habían reconocido al sospechoso en otro tren del metro, informó Tisch a periodistas. El hombre fue localizado y arrestado en la estación Herald Square, que se encuentra cerca del edificio Empire State en Manhattan. Fue encontrado con un encendedor en el bolsillo, dijo Tisch. El hombre emigró de Guatemala a Estados Unidos en 2018, añadió Gulotta.

Esto me trae a la memoria un artículo que escribí en 2019 en el que hay casos cuyo nivel de crueldad es tan alto que no existen palabras para describirlo. Las palabras se quedan cortas.

No existen tan siquiera expresiones que se acerquen y nos ayuden a entender y comprender lo que sentimos. Son casos que cambiarán para siempre nuestra mente y nos harán repensar todo lo que creíamos hasta ese instante.

El 23 de marzo de 2019, un joven de 19 años quemó a una jovencita de tan solo 13 años en más de un 90% de su cuerpo. A Wilson Meléndez Bonilla se le impuso una fianza de 3.5 millones de dólares, la cual no prestó y, por lo cual, fue ingresado a la cárcel de Las Cucharas en Ponce.

Según lo que trascendió en la prensa, Wilson irrumpió en la residencia de la menor, la roció con gasolina y con un encendedor le prendió fuego. Ella fue ingresada en estado de gravedad al Centro Médico de Río Piedras mientras el imputado fue arrestado horas después admitiendo los hechos.

Trágicamente, la adolescente de 13 años sucumbió ante la gravedad de las heridas y murió el domingo, 12 de mayo de 2019.

No les puedo explicar el nivel de frustración que sentí cuando llegó la alerta del periódico El Nuevo Día dando la noticia de su fallecimiento. Al menos, la Secretara de Justicia en aquel periodo, Wanda Vázquez, en un comunicado de prensa informó que haría los pasos necesarios para radicar cargos por asesinato en primer grado al joven asesino.

El problema es que nuestro nivel de humanidad quiere algo más que justicia: quiere venganza. Algo que sea proporcional. Un castigo tan doloroso como el que le hizo pasar a esta niña.

Pero obviamente debemos dejar que los procesos jurídicos sigan su curso.

El hecho de que en efecto el asesino se quedó en prisión implica que de cierto modo el sistema correccional le dio a él la opción de vivir. Opción que él le quitó a ella.

El problema radica en las miles de ideas que no son fáciles de describir y que nos llevan por otro sendero. Uno que jamás deberíamos ni imaginarnos tan siquiera. Se nos va la mente y la mirada se nos pierde entre la tristeza y el coraje.

Podemos culpar a quien sea, pero todos somos responsables. Somos responsables de una sociedad que atesora la violencia, vive en su mayoría en la ignorancia y cultiva las drogas como método de supervivencia ante un cuadro social tétrico y preocupante.

Una sociedad que vive la mayor parte del tiempo en las redes y se quita de los estudios, no lee o analiza lo más básico y se mantiene enajenada en un mundo donde se propagan cada vez más las divisiones, la burla, el acoso, sin hablar de la parte sexual que está latente constantemente.

Una sociedad que es dependiente, en donde el dinero ha extraído sus valores y su cultura, dejándola a merced de un universo político cuyos integrantes en su inmensa mayoría viven de la avaricia, las apariencias y ese suburbio de lujos y capital que los excluye y los aísla de su universo social.

Nos falta mucho para acercarnos a una sociedad donde prevalezcan los valores, la educación y el amor al prójimo. Nos falta mucho para comprender que la única manera de caminar responsablemente es con la verdad, la justicia y el deseo genuino de ayudar y comprendernos unos a otros.

Mientras eso no suceda, casos como estos quedarán en nuestra historia no como un aviso, sino como una advertencia en nuestra conciencia y nuestro espíritu sobre actos que tristemente jamás podremos olvidar.

Sin pensar que casos de una crueldad tan extrema como el de Nueva York abonan cada segundo a la presunción del estado político norteamericano, en el que un inmigrante ilegal es precisamente el perpetrador de dicho crimen. Lo que se suma a ese discurso generalizado en el que hispanos, latinos y otros de otras consideraciones étnicas son considerados extranjeros y ajenos a una sociedad que hoy no los quiere dentro de su territorio.



El legado oscuro de Trump: Entre el pasado y el presente

  Durante la campaña en las elecciones de Estados Unidos en 2016, el entonces candidato y hoy Presidente, Donald Trump expresaba: "Don...